Bateo oportuno y excelente pitcheo propiciaron este miércoles la primera victoria de Cuba ante un equipo de Japón en la historia del Clásico Mundial de béisbol, esta vez con marcador de seis carreras por tres.

La primera anotación antillana fue igualmente el primer imparable del encuentro, un largo jonrón del jardinero Yasmani Tomás por el jardín izquierdo en el tercer episodio.

Luego, en la cuarta entrada imparable del matancero José Miguel Fernández y doble de Frederich Cepeda propiciaron la segunda anotación.

Vendría la tercera carrera en el sexto, luego de un doble de Fernández y hit impulsor de José Dariel Abreu. La anotación fue a la cuenta del pinero Luis Felipe Rivera, quien había entrado de corredor emergente por Fernández.

Ya en el octavo, un descomunal vuelacercas del granmense Alfredo Despaigne con dos hombres en base fue el puntillazo del juego.

Japón logró sus anotaciones del encuentro gracias al descontrol de los lanzadores cubanos en el noveno inning, que otorgaron tres boletos (dos Raciel Iglesias y uno Daríen Núñez que llenaron las bases), y oportunos hits del torpedero Hisayoshi Chono, el designado Hirokazu Ibata, así como un fly de sacrificio del camarero Takashi Toritani. Fue Vladimir García el que logró apagar el fuego y consolidar el triunfo.

Así, Cuba enfrentará a Holanda este jueves en Tokio, en lo que será el inicio de la segunda ronda. Ismel Jiménez se perfila como la carta de Víctor Mesa para abrir el partido.