Cuatro días después, el agua dejó jugar pelota en Puerto Rico, sede de la quinta edición de la Copa del Caribe de béisbol. Lo que había empezado el lunes vivió su segunda jornada competitiva este viernes, cuando Cuba blanqueó a Curazao por 4-0.
Igual que en el debut, la ofensiva fue más oportuna que abundante. Solo ocho jits, con liderazgo de Dayán García, de 4-3, par de tubeyes, una empujada y otra anotada. Lo secundaron Andrys Pérez (3-2, 2CI) y Roberto Baldoquín, quien sacudió palo de vuelta entera en su primer turno al bate.
Hubiese sido suficiente con el bambinazo del tunero, pues los cuatro lanzadores empleados por Cuba pusieron un candado de siete llaves en el home. El abridor José Ramón Rodríguez (4.0 IP. 1H, 3K) firmó el éxito y el bullpen tampoco entregó boletos, buen síntoma.
Yankiel Mauris (1.1 IP), Geonel Gutiérrez (1.0 IP, 1H, 1K) y Yeudis Reyes (0.2 IP, 1K) completaron la lechada ante el plantel que ganó la Copa en 2021 cuando dejaron en plata a los nuestros.
Apenas dos imparables produjeron los curazoleños, ambos conectados por Darren Serrafina en tres comparecencias al bate, mientras su abridor Jordan Lucas (3.1 IP, 3CL, 5H, 1BB) estampó su nombre en la lista que ningún pícher desea.
Con balance de 2-0, los dirigidos por Armando Johnson completarán mañana la fase preliminar ante el anfitrión Puerto Rico, ganador de la justa en 2022, pero que ahora arrancó recibiendo cero jit-cero carreras del picheo curazoleño.
Por caprichos del clima, lo que debió ser el quinto juego terminó siendo apenas el segundo, y lo que parecía una excelente oportunidad para jugar seis o siete partidos de preparación para los Panamericanos no pasará de tres o cuatro.
Una vez más se ha visto mejor al picheo que al bateo. Es la tendencia de las selecciones nacionales nuestras en los últimos años y en unos días asumirán el retador desafío de reconquistar el oro continental perdido en 2011 y nunca más alcanzado.
Igual que en el debut, la ofensiva fue más oportuna que abundante. Solo ocho jits, con liderazgo de Dayán García, de 4-3, par de tubeyes, una empujada y otra anotada. Lo secundaron Andrys Pérez (3-2, 2CI) y Roberto Baldoquín, quien sacudió palo de vuelta entera en su primer turno al bate.
Hubiese sido suficiente con el bambinazo del tunero, pues los cuatro lanzadores empleados por Cuba pusieron un candado de siete llaves en el home. El abridor José Ramón Rodríguez (4.0 IP. 1H, 3K) firmó el éxito y el bullpen tampoco entregó boletos, buen síntoma.
Yankiel Mauris (1.1 IP), Geonel Gutiérrez (1.0 IP, 1H, 1K) y Yeudis Reyes (0.2 IP, 1K) completaron la lechada ante el plantel que ganó la Copa en 2021 cuando dejaron en plata a los nuestros.
Apenas dos imparables produjeron los curazoleños, ambos conectados por Darren Serrafina en tres comparecencias al bate, mientras su abridor Jordan Lucas (3.1 IP, 3CL, 5H, 1BB) estampó su nombre en la lista que ningún pícher desea.
Con balance de 2-0, los dirigidos por Armando Johnson completarán mañana la fase preliminar ante el anfitrión Puerto Rico, ganador de la justa en 2022, pero que ahora arrancó recibiendo cero jit-cero carreras del picheo curazoleño.
Por caprichos del clima, lo que debió ser el quinto juego terminó siendo apenas el segundo, y lo que parecía una excelente oportunidad para jugar seis o siete partidos de preparación para los Panamericanos no pasará de tres o cuatro.
Una vez más se ha visto mejor al picheo que al bateo. Es la tendencia de las selecciones nacionales nuestras en los últimos años y en unos días asumirán el retador desafío de reconquistar el oro continental perdido en 2011 y nunca más alcanzado.
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