Los Leñadores de Las Tunas clasificaron a la final de la Serie del Caribe de béisbol, tras blanquear por 3-0 a los Cardenales de Lara. Este domingo enfrentarán a Panamá.
Con esa victoria, los de la mayor isla de las Antillas fijaron en 2-2 su balance de ganados y perdidos en la lid, el mismo de sus rivales de turno y que los mexicanos Charros de Jalisco, en el grupo A.
Sin embargo, el sistema de desempate TQB favoreció a Cuba por escaso margen, y los Leñadores celebraron su acceso al match por la corona.
Lázaro Blanco se llevó el crédito del triunfo, con trabajo sólido durante cinco entradas. Así, el derecho obtuvo su segunda victoria en la justa, las dos que tiene Cuba, y su cuarta en series del Caribe (el cubano con más éxitos es Camilo Pascual, con seis).
El elenco de Lara amenazó en el primer inning con bases llenas y un out, pero Blanco sacó a tiempo las castañas del fuego y logró dar el cero, al dominar por orden -y sin que le sacaran la bola del cuadro- a Juniel Querecuto y al ex ligamayorista Alejandro de Aza.
Cuba también tuvo una gran oportunidad en ese capítulo inicial, al colocar corredor en tercera base, sin out, pero el abridor de los Cardenales Raúl Rivero aplacó la situación sin daños, tras dominar a los bates 2-3-4, con un ponche incluido.
Blanco tuvo su mejor momento en el juego en el segundo episodio, cuando retiró a los tres bateadores enfrentados por la vía del ponche. El derecho cubano enderezó así performance, luego de un comienzo incierto.
Ya en el final del tercero, Cuba marcó sus dos primeras carreras, una impulsada por el slugger Alfredo Despaigne con sencillo al izquierdo y la otra por Carlos Benítez, por boleto con bases llenas.
Con ese remolque, Despaigne archiva cinco carreras impulsadas de las ocho que ha anotado Cuba en todo el certamen regional.
Venezuela intentó descontar en el principio de cuarto inning al poner hombre en segunda después de dos outs, pero Blanco ponchó a Herlis Rodríguez y mantuvo la lechada viva.
Blanco terminó su actuación tras cinco entradas con 113 lanzamientos (71 strikes). En total, el diestro repartió cinco ponches, regaló tres boletos, le pegaron cinco hits -todos sencillos- y no le marcaron carreras, por lo que llegó a 12 capítulos en la Serie del Caribe con 0.00 de efectividad.
En el final del sexto inning con un out, Yunieski Larduet llegó a primera base con su tercer sencillo en la velada; luego avanzó a segunda por ‘fielder choise’ y acto seguido, ya con dos outs, se robó la tercera almohadilla, antes de anotar en jugada continuada por error en tiro del receptor Juan Apodaca.
Larduet, primer madero de los Leñadores, tenía hasta ese momento tarde perfecta, de 3-3, con dos anotadas.
Con el 3-0 en el pizarrón del Rod Carew, todo hacía indicar que sería Cuba ganaría el boleto a la final por el grupo A, sin embargo, todavía restaba un tercio de duelo por dirimir.
Los Leñadores pudieron sentenciar el choque en el final del séptimo pero fueron incapaces, una vez más, de dar el batazo en el momento oportuno. Con un out, Cuba puso corredores en tercera y segunda por boleto a Carlos Benítez y doblete de Yurisbel Gracial, pero a continuación fallaron Oscar Valdés y Larduet.
Todo quedó igualito. Solo faltaban seis outs para que Cuba pasara a la final por primera vez desde 2015, precisamente el último año que alzaron el título, a nombre de Vegueros de Pinar del Río.
Del resto se encargó el bullpen de los Leñadores, en especial el supersónico derecho Raidel Martínez, quien sacó los últimos cuatro outs del juego, sin permitir libertades, con par de ponches a su haber.
El crédito de la victoria correspondió a Blanco, mientras Raúl Rivero cargó con el revés. Martínez se anotó punto por juego salvado.
Por los ganadores brillaron Larduet (de 5-3, con dos anotadas), Alfredo Despaigne (de 4-1, con una impulsada), y Carlos Benítez (sencillo y tres boletos en cuatro comparecencias al home, y una impulsada).
De esa manera, los cubanos accedieron a la final de mañana y quedaron a las puertas de su novena corona en estas lides, fundadas allá por 1949 en La Habana.
Vale recordar que Cuba ganó las tres ediciones de la Serie del Caribe celebradas en Panamá, por lo que busca ahora su cuarto entorchado en la tierra del gran canal interoceánico.
Panamá, el otro finalista
Muy pocos expertos apostaban por Panamá en la Serie del Caribe, sin embargo los istmeños superaron este sábado por 1-0 a Puerto Rico y accedieron a la gran final del torneo, el cual ganaron por única vez en 1950.
Los Toros de Herrera entraron en el torneo de pura carambola, por un asunto estrictamente organizativo: La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe le quitó la sede a Venezuela y se la otorgó a Panamá, con su equipo campeón como invitado.
Y entonces comenzó el torneo. Nadie daba un centavo por la escuadra canalera ante rivales de gran jerarquía como los puertorriqueños Cangrejeros de Santurce, cinco veces monarca de la Serie del Caribe, y el elenco dominicano Estrellas Orientales, con jugadores de Grandes Ligas.
Este sábado llegaron al duelo contra los boricuas con la obligación de ganar y tras una dura batalla de pitcheo, los Toros lograron el objetivo para fijar en 3-1 su balance de victorias y derrotas, idéntico al de Dominicana, por lo que hubo doble empate en la cima del grupo B.
Pero el sistema de desempate TQB favoreció a Panamá, que sacó su boleto directo a la final de mañana en el estadio Rod Carew, donde la esperaba Cuba, clasificada desde horas de la tarde con su victoria por 3-0 sobre Venezuela en el distrito A.
El desempate tuvo que ir hasta el tercer acápite, el porcentaje ofensivo entre panameños y dominicanos, el cual favoreció a los dueños de casa.
La única carrera panameña contra Puerto Rico subió al marcador en el cuarto inning, por un error en tiro del torpedero del Santurce Alexis Pantoja.
Manny Corpas, el cerrador estelar de los Toros, lanzó el noveno inning de 1-2-3, con dos ponches incluidos, y salvaguardó el triunfo de manera impecable.
Oriel Caicedo se apuntó el triunfo, con trabajo de cinco entradas y un tercio, con tres boletos y tres ponches.
Con esa solitaria anotación, Panamá, que asistió y organizó por última vez una Serie del Caribe en 1960, consumó una victoria histórica.
La final Panamá-Cuba comenzará las 16:00 hora local.
Curiosamente, los dos equipos invitados discutirán la corona.
Con esa victoria, los de la mayor isla de las Antillas fijaron en 2-2 su balance de ganados y perdidos en la lid, el mismo de sus rivales de turno y que los mexicanos Charros de Jalisco, en el grupo A.
Sin embargo, el sistema de desempate TQB favoreció a Cuba por escaso margen, y los Leñadores celebraron su acceso al match por la corona.
Lázaro Blanco se llevó el crédito del triunfo, con trabajo sólido durante cinco entradas. Así, el derecho obtuvo su segunda victoria en la justa, las dos que tiene Cuba, y su cuarta en series del Caribe (el cubano con más éxitos es Camilo Pascual, con seis).
El elenco de Lara amenazó en el primer inning con bases llenas y un out, pero Blanco sacó a tiempo las castañas del fuego y logró dar el cero, al dominar por orden -y sin que le sacaran la bola del cuadro- a Juniel Querecuto y al ex ligamayorista Alejandro de Aza.
Cuba también tuvo una gran oportunidad en ese capítulo inicial, al colocar corredor en tercera base, sin out, pero el abridor de los Cardenales Raúl Rivero aplacó la situación sin daños, tras dominar a los bates 2-3-4, con un ponche incluido.
Blanco tuvo su mejor momento en el juego en el segundo episodio, cuando retiró a los tres bateadores enfrentados por la vía del ponche. El derecho cubano enderezó así performance, luego de un comienzo incierto.
Ya en el final del tercero, Cuba marcó sus dos primeras carreras, una impulsada por el slugger Alfredo Despaigne con sencillo al izquierdo y la otra por Carlos Benítez, por boleto con bases llenas.
Con ese remolque, Despaigne archiva cinco carreras impulsadas de las ocho que ha anotado Cuba en todo el certamen regional.
Venezuela intentó descontar en el principio de cuarto inning al poner hombre en segunda después de dos outs, pero Blanco ponchó a Herlis Rodríguez y mantuvo la lechada viva.
Blanco terminó su actuación tras cinco entradas con 113 lanzamientos (71 strikes). En total, el diestro repartió cinco ponches, regaló tres boletos, le pegaron cinco hits -todos sencillos- y no le marcaron carreras, por lo que llegó a 12 capítulos en la Serie del Caribe con 0.00 de efectividad.
En el final del sexto inning con un out, Yunieski Larduet llegó a primera base con su tercer sencillo en la velada; luego avanzó a segunda por ‘fielder choise’ y acto seguido, ya con dos outs, se robó la tercera almohadilla, antes de anotar en jugada continuada por error en tiro del receptor Juan Apodaca.
Larduet, primer madero de los Leñadores, tenía hasta ese momento tarde perfecta, de 3-3, con dos anotadas.
Con el 3-0 en el pizarrón del Rod Carew, todo hacía indicar que sería Cuba ganaría el boleto a la final por el grupo A, sin embargo, todavía restaba un tercio de duelo por dirimir.
Los Leñadores pudieron sentenciar el choque en el final del séptimo pero fueron incapaces, una vez más, de dar el batazo en el momento oportuno. Con un out, Cuba puso corredores en tercera y segunda por boleto a Carlos Benítez y doblete de Yurisbel Gracial, pero a continuación fallaron Oscar Valdés y Larduet.
Todo quedó igualito. Solo faltaban seis outs para que Cuba pasara a la final por primera vez desde 2015, precisamente el último año que alzaron el título, a nombre de Vegueros de Pinar del Río.
Del resto se encargó el bullpen de los Leñadores, en especial el supersónico derecho Raidel Martínez, quien sacó los últimos cuatro outs del juego, sin permitir libertades, con par de ponches a su haber.
El crédito de la victoria correspondió a Blanco, mientras Raúl Rivero cargó con el revés. Martínez se anotó punto por juego salvado.
Por los ganadores brillaron Larduet (de 5-3, con dos anotadas), Alfredo Despaigne (de 4-1, con una impulsada), y Carlos Benítez (sencillo y tres boletos en cuatro comparecencias al home, y una impulsada).
De esa manera, los cubanos accedieron a la final de mañana y quedaron a las puertas de su novena corona en estas lides, fundadas allá por 1949 en La Habana.
Vale recordar que Cuba ganó las tres ediciones de la Serie del Caribe celebradas en Panamá, por lo que busca ahora su cuarto entorchado en la tierra del gran canal interoceánico.
Panamá, el otro finalista
Muy pocos expertos apostaban por Panamá en la Serie del Caribe, sin embargo los istmeños superaron este sábado por 1-0 a Puerto Rico y accedieron a la gran final del torneo, el cual ganaron por única vez en 1950.
Los Toros de Herrera entraron en el torneo de pura carambola, por un asunto estrictamente organizativo: La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe le quitó la sede a Venezuela y se la otorgó a Panamá, con su equipo campeón como invitado.
Y entonces comenzó el torneo. Nadie daba un centavo por la escuadra canalera ante rivales de gran jerarquía como los puertorriqueños Cangrejeros de Santurce, cinco veces monarca de la Serie del Caribe, y el elenco dominicano Estrellas Orientales, con jugadores de Grandes Ligas.
Este sábado llegaron al duelo contra los boricuas con la obligación de ganar y tras una dura batalla de pitcheo, los Toros lograron el objetivo para fijar en 3-1 su balance de victorias y derrotas, idéntico al de Dominicana, por lo que hubo doble empate en la cima del grupo B.
Pero el sistema de desempate TQB favoreció a Panamá, que sacó su boleto directo a la final de mañana en el estadio Rod Carew, donde la esperaba Cuba, clasificada desde horas de la tarde con su victoria por 3-0 sobre Venezuela en el distrito A.
El desempate tuvo que ir hasta el tercer acápite, el porcentaje ofensivo entre panameños y dominicanos, el cual favoreció a los dueños de casa.
La única carrera panameña contra Puerto Rico subió al marcador en el cuarto inning, por un error en tiro del torpedero del Santurce Alexis Pantoja.
Manny Corpas, el cerrador estelar de los Toros, lanzó el noveno inning de 1-2-3, con dos ponches incluidos, y salvaguardó el triunfo de manera impecable.
Oriel Caicedo se apuntó el triunfo, con trabajo de cinco entradas y un tercio, con tres boletos y tres ponches.
Con esa solitaria anotación, Panamá, que asistió y organizó por última vez una Serie del Caribe en 1960, consumó una victoria histórica.
La final Panamá-Cuba comenzará las 16:00 hora local.
Curiosamente, los dos equipos invitados discutirán la corona.