A Víctor Mesa se le puede achacar de todo. De impulsivo, de extravagante, de malhumorado, incluso hasta de loco -por momentos, claro. Lo único que nadie puede reclamarle a VM32 es su inapagable amor por la pelota. Esa pelota que hace de los cubanos –los de adentro y los de afuera- sufrir y gozar al mismo tiempo…
La noticia de su designación como el DT del equipo Cuba que enfrentará en un histórico juego a los Tampa Bay Rays, aletargada tras esa molesta cortina de humo que se extendió hasta el martes último, ha levantado, como cada decisión o noticia que protagoniza el villareño, los más airados comentarios.
Me sumo a esta polémica no con la intención de apologizar a Víctor –yo también asumo, como periodista, matancero y amante del pasatiempo nacional, reclamos y agradecimientos para él y su cuerpo técnico- sino para destacar que, más allá de malas o buenas intenciones, su designación era la más correcta, acorde a varios aspectos.
1. Manager ganador
Nadie puede discutir que Víctor Mesa ha sido, desde sus inicios en Villa Clara, hasta su etapa actual con los Cocodrilos de Matanzas, un director ganador.
Sus primeros años entre los Naranjas lo convirtieron en el primer manager en la historia de las Series Nacionales en alcanzar 50 o más victorias en ocho temporadas consecutivas, y desde 2011 con Matanzas, un equipo endeble, pero con mucho potencial, ha sido protagonista en Play Off.
Si bien no gana a la hora buena, y no ha podido coronarse campeón, su estirpe ganadora le abre las puertas a este histórico match.
2. Equipo líder
VM32 es el manager del equipo con mejor desempeño en la actual temporada de la pelota en Cuba.
Los Cocodrilos de Matanzas, guiados por el incombustible ex jardinero, supieron acomodar sus refuerzos, consolidar la ofensiva y perfeccionar el cuerpo de lanzadores hasta convertirse en los mejores de la segunda etapa de la 56 Serie Nacional de Béisbol. Hoy están en el primer lugar de la tabla con 55 juegos ganados.
No creo que exista razón de más peso para confirmar su designación frente a los Grandes Ligas.
3. Experiencia en el equipo nacional
Desde su nombramiento como DT del equipo Cuba a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, VM32 ha mantenido de alguna forma contacto con el equipo nacional y con esa generación de jóvenes a los cuáles ha dirigido.
Su punto más alto lo alcanzó en 2013, cuando dirigió las riendas del Cuba al III Clásico Mundial, actuación que se truncó al sucumbir ante Holanda en un dramático partido, que a mi entender, marcó el nacimiento de los odios/amores de los fanáticos y especialistas sobre él, sin que fuera total su responsabilidad en ese resultado.
No obstante, sus números con el equipo Cuba demuestran lo positivo de sus decisiones con más de un 70% de juegos ganados.
4. Estilo de juego
Víctor Mesa fue un atleta sui generis. Su hiperactividad se la transmitía a su juego como pelotero, y esa misma cualidad se la endosa a sus dirigidos.
Con VM32 no se puede acomodar nadie en el campo. Estápendiente de todos los detalles del partido, y sabe aprovechar cualquier resquicio del contrario. Sabe aprovechar las condiciones de sus peloteros, e impulsar jugadas acorde a las situaciones del momento.
Ese estilo de juego que lo caracteriza, amén de algunas decisiones que sorprenden por su riesgo, lo hace idóneo para un partido contra peloteros que saben hacer su trabajo, y que vienen a Cuba a perfeccionar su team work rumbo al Opening Day del 3 de abril.
La noticia de su designación como el DT del equipo Cuba que enfrentará en un histórico juego a los Tampa Bay Rays, aletargada tras esa molesta cortina de humo que se extendió hasta el martes último, ha levantado, como cada decisión o noticia que protagoniza el villareño, los más airados comentarios.
Me sumo a esta polémica no con la intención de apologizar a Víctor –yo también asumo, como periodista, matancero y amante del pasatiempo nacional, reclamos y agradecimientos para él y su cuerpo técnico- sino para destacar que, más allá de malas o buenas intenciones, su designación era la más correcta, acorde a varios aspectos.
1. Manager ganador
Nadie puede discutir que Víctor Mesa ha sido, desde sus inicios en Villa Clara, hasta su etapa actual con los Cocodrilos de Matanzas, un director ganador.
Sus primeros años entre los Naranjas lo convirtieron en el primer manager en la historia de las Series Nacionales en alcanzar 50 o más victorias en ocho temporadas consecutivas, y desde 2011 con Matanzas, un equipo endeble, pero con mucho potencial, ha sido protagonista en Play Off.
Si bien no gana a la hora buena, y no ha podido coronarse campeón, su estirpe ganadora le abre las puertas a este histórico match.
2. Equipo líder
VM32 es el manager del equipo con mejor desempeño en la actual temporada de la pelota en Cuba.
Los Cocodrilos de Matanzas, guiados por el incombustible ex jardinero, supieron acomodar sus refuerzos, consolidar la ofensiva y perfeccionar el cuerpo de lanzadores hasta convertirse en los mejores de la segunda etapa de la 56 Serie Nacional de Béisbol. Hoy están en el primer lugar de la tabla con 55 juegos ganados.
No creo que exista razón de más peso para confirmar su designación frente a los Grandes Ligas.
3. Experiencia en el equipo nacional
Desde su nombramiento como DT del equipo Cuba a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, VM32 ha mantenido de alguna forma contacto con el equipo nacional y con esa generación de jóvenes a los cuáles ha dirigido.
Su punto más alto lo alcanzó en 2013, cuando dirigió las riendas del Cuba al III Clásico Mundial, actuación que se truncó al sucumbir ante Holanda en un dramático partido, que a mi entender, marcó el nacimiento de los odios/amores de los fanáticos y especialistas sobre él, sin que fuera total su responsabilidad en ese resultado.
No obstante, sus números con el equipo Cuba demuestran lo positivo de sus decisiones con más de un 70% de juegos ganados.
4. Estilo de juego
Víctor Mesa fue un atleta sui generis. Su hiperactividad se la transmitía a su juego como pelotero, y esa misma cualidad se la endosa a sus dirigidos.
Con VM32 no se puede acomodar nadie en el campo. Estápendiente de todos los detalles del partido, y sabe aprovechar cualquier resquicio del contrario. Sabe aprovechar las condiciones de sus peloteros, e impulsar jugadas acorde a las situaciones del momento.
Ese estilo de juego que lo caracteriza, amén de algunas decisiones que sorprenden por su riesgo, lo hace idóneo para un partido contra peloteros que saben hacer su trabajo, y que vienen a Cuba a perfeccionar su team work rumbo al Opening Day del 3 de abril.