Nada más terminar la temporada en septiembre, Kendrys Morales se muda en octubre para Hialeah. Su segunda casa pueden ser perfectamente las cajas de bateo del profesor Ricardo Sosa, quien comienza entonces la tarea de descontaminar el swing del cubano de cualquier defecto adquirido en la contienda vieja y lo prepara para la nueva.
Durante un inicio del 2018 bastante irregular, Morales y Sosa nunca cortaron la comunicación y ahora ambos contemplan con satisfacción como las largas horas de entrenamiento en el invierno han producido un soberbio verano repleto de jonrones y récords.
Morales, de 35 años, destrozó la marca de los Azulejos de más partidos pegando cuadrangulares e implantó una nueva con siete, además de levantar su ofensiva de una manera tremenda. Al principio algunos creyeron que había llegado el fin del cubano, pero Sosa sabía que era cuestión de tiempo.
¿Cómo valoras el tremendo paso de Morales en estos días?
“Kendrys es un orgullo para nosotros los cubanos y un líder en la pelota de nuestra tierra. Hemos tenido un año bien difícil, pero no ha habido un día en que Kendrys me ha llamado para decirme que no puedo, ni lo he sentido triste. Todo el tiempo positivo, manteniendo el trabajo, los ejercicios que hacemos. Los Azulejos se la pusieron un poco difícil, pero ahí están los resultados”.
¿Cuánto le afectó al principio el tema de la visión?
“La verdad es que sí le afectó. Cuando usó los lentes le ardían los ojos, luego los aros de los espejuelos le molestaban, pero él ser humano se adapta a lo que está pasando. Le tomó cierto tiempo. Siempre confié en él y lo más importante: él siempre confió en sí mismo”.
Otro que viene aquí es JD Martínez, su temporada no puede ser mejor…
“JD es una súper estrella. Yo le digo la Computadora del Bateo. El no para de trabajar, día tras día, es un ejemplo para todos aquellos que quieren ir más lejos en cualquier deporte, alcanzar un nivel superior”.
Alguna vez Houston lo cortó, pareció entonces que todo acababa para él.
“Recuerdo que cuando estaba en Houston, él me llamaba para entrenar y me hablaba de enero. Y yo le decía que debía empezar antes. Pero él contestaba que iba a tomar sus swings en la primavera. Cuando empezó a tener problemas en las Menores y los resultados malos, entonces todo cambió. Hoy es uno de los primeros que se reporta a los entrenamientos”.
Lourdes Gurriel Jr, otro alumno tuyo, parece haberse ganado el puesto con Toronto.
“Yunito tiene toda su carrera en Estados Unidos. Va a tener una buena carrera, va a ser un líder. Tiene un corazón tremendo, es pelotero, viene de una familia de sangre. Le gusta aprender, desarrollar, muy profesional a diferencia de otros cubanos”.
¿Cómo así?
“Los muchachos cubanos llegan a firmar y a coger dinero y los ves que no practican, no se desarrollan. Están pensando en muchas cosas menos el enfoque en el béisbol. Y la verdad es que el dinero grande está en las Mayores, y la vida buena está en las Mayores. En Ligas Menores con dinero no haces nada”.
¿Cómo ves a Stanton en la segunda mitad?
“Ese es otro que nunca deja de trabajar. A pesar de que lo ven grande y fuerte nunca se detiene. Siempre buscando cosas de aprender, tratando de relajar su cuerpo porque es bien fuerte, tratando de hacer las cosas naturales que es lo que más trabajo le cuesta por su físico. De que va a batear, va a batear’’.
Durante un inicio del 2018 bastante irregular, Morales y Sosa nunca cortaron la comunicación y ahora ambos contemplan con satisfacción como las largas horas de entrenamiento en el invierno han producido un soberbio verano repleto de jonrones y récords.
Morales, de 35 años, destrozó la marca de los Azulejos de más partidos pegando cuadrangulares e implantó una nueva con siete, además de levantar su ofensiva de una manera tremenda. Al principio algunos creyeron que había llegado el fin del cubano, pero Sosa sabía que era cuestión de tiempo.
¿Cómo valoras el tremendo paso de Morales en estos días?
“Kendrys es un orgullo para nosotros los cubanos y un líder en la pelota de nuestra tierra. Hemos tenido un año bien difícil, pero no ha habido un día en que Kendrys me ha llamado para decirme que no puedo, ni lo he sentido triste. Todo el tiempo positivo, manteniendo el trabajo, los ejercicios que hacemos. Los Azulejos se la pusieron un poco difícil, pero ahí están los resultados”.
¿Cuánto le afectó al principio el tema de la visión?
“La verdad es que sí le afectó. Cuando usó los lentes le ardían los ojos, luego los aros de los espejuelos le molestaban, pero él ser humano se adapta a lo que está pasando. Le tomó cierto tiempo. Siempre confié en él y lo más importante: él siempre confió en sí mismo”.
Otro que viene aquí es JD Martínez, su temporada no puede ser mejor…
“JD es una súper estrella. Yo le digo la Computadora del Bateo. El no para de trabajar, día tras día, es un ejemplo para todos aquellos que quieren ir más lejos en cualquier deporte, alcanzar un nivel superior”.
Alguna vez Houston lo cortó, pareció entonces que todo acababa para él.
“Recuerdo que cuando estaba en Houston, él me llamaba para entrenar y me hablaba de enero. Y yo le decía que debía empezar antes. Pero él contestaba que iba a tomar sus swings en la primavera. Cuando empezó a tener problemas en las Menores y los resultados malos, entonces todo cambió. Hoy es uno de los primeros que se reporta a los entrenamientos”.
Lourdes Gurriel Jr, otro alumno tuyo, parece haberse ganado el puesto con Toronto.
“Yunito tiene toda su carrera en Estados Unidos. Va a tener una buena carrera, va a ser un líder. Tiene un corazón tremendo, es pelotero, viene de una familia de sangre. Le gusta aprender, desarrollar, muy profesional a diferencia de otros cubanos”.
¿Cómo así?
“Los muchachos cubanos llegan a firmar y a coger dinero y los ves que no practican, no se desarrollan. Están pensando en muchas cosas menos el enfoque en el béisbol. Y la verdad es que el dinero grande está en las Mayores, y la vida buena está en las Mayores. En Ligas Menores con dinero no haces nada”.
¿Cómo ves a Stanton en la segunda mitad?
“Ese es otro que nunca deja de trabajar. A pesar de que lo ven grande y fuerte nunca se detiene. Siempre buscando cosas de aprender, tratando de relajar su cuerpo porque es bien fuerte, tratando de hacer las cosas naturales que es lo que más trabajo le cuesta por su físico. De que va a batear, va a batear’’.