El presidente del sindicato de peloteros, Tony Clark, informó el sábado que existen conversaciones en desarrollo para celebrar partidos de pretemporada en Cuba, después que la isla y Estados Unidos reanuden sus lazos diplomáticos.

A pesar de que Cuba y Estados Unidos llevaban más de cinco décadas sin relaciones y con la prohibición para los peloteros de la isla de firmar directamente con equipos de Grandes Ligas, ambas naciones tienen vínculos históricos en el deporte de las bolas y los strikes.

Antes de eliminarse el profesionalismo en 1961, existía una hermandad de béisbol entre Cuba y Estados Unidos. No solamente los cubanos actuaban en los torneos de Norteamérica, sino también muchos americanos lo hacían en los campeonatos de la isla.

Tres años después de celebrarse el primer juego de béisbol en Cuba el 27 de diciembre de 1874 entre los equipos Habana y Matanzas en el estadio Palmar de Junco, se organizó un desafío internacional con un equipo de Estados Unidos que visitó el Puerto de Matanzas a bordo de un barco-escuela y el 29 de diciembre de 1878 se inauguró el campeonato profesional entre Habana y Almendares, elencos que se convirtieron en los eternos rivales de dicho torneo. Desde entonces, la fiebre del béisbol se apoderó de los cubanos para convertirse en su deporte nacional.

Las entrenamientos de equipos de Grandes Ligas comenzaron en Cuba a principio del pasado siglo. Los Tigres de Detroit con Ty Cobb como figura principal, actuaron en una serie de varios encuentros ante una selección cubana.

En Cuba jugó Babe Ruth, uno de los grandes bateadores de la historia, reforzando a los Gigantes de Nueva York en una serie donde se lució el cienfueguero Cristóbal Torriente. El mánager de los Gigantes, John McGraw, al terminar la serie, dijo: “Si pudiera pintar de blanco a Méndez y a Torriente, me los llevó a las Grandes Ligas. Mientras Ruth, indicaba: “Con Torriente y Méndez en mi equipo, ganamos el campeonato en septiembre”.

Cuba llegó a tener novenas propias en los diferentes niveles del béisbol organizado de Estados Unidos, entre ellos los New York Cubans y los Cubans Stars en las Ligas Negras, así como los Havana Cubans y los Cuban Sugar Kings en franquicias de Grandes Ligas (Cincinnati), llegando a la cúspide cuando quedaron campeones en Triple A en la temporada de 1959.

En las decadas del 40 y 50 visitaron con frecuencia la capital cubana los equipos Rojos de Cincinnati y Dodgers de Brooklyn con sus principales figuras, incluyendo a Jackie Robinson. También lo hizo el elenco de los los Medias Rojas de Boston.

Los Orioles de Baltimore jugaron dos desafios de exhibición frente a la selección cubana en 1999. El primer choque se celebró en el Estadio Latinoamericano de La Habana y el segundo en Baltimore. Esta fue la primera vez que un club de las Ligas Mayores actuaba en Cuba en los últimos 40 años.

“Hablamos de albergar algunos partidos este mismo año, pero no hubo suficiente tiempo para cerrar el trato. Cuando miras cualquier camerino, puedes ver que es un deporte internacionall”, señaló Clark. “Esperamos hacerlo muy pronto para ayudar a establecer un puente de amistad entre Cuba y Estados Unidos”.