Tal vez, en el delirio que provocan los cercanos play offs, muchos no se hayan percatado del suceso, que, paradójicamente es extraordinario para el béisbol de Granma: este miércoles por la noche Ciro Silvino Licea González llegó a su victoria 208 en series nacionales y alcanzó a Lázaro De la Torre en el quinto peldaño de los lanzadores más ganadores en la historia del béisbol revolucionario.

Licea lanzó una entrada y un tercio en el partido en que Granma, con un racimo de 11 carreras en el noveno episodio, despachó a Holguín 12-4. Para él fue la cuarta victoria del actual campeonato cubano y otra más en los play off lo dejaría solo en el quinto escalón del apartado de ganados.

Ahora a Ciro solo lo superan en triunfos en la historia de nuestros clásicos Pedro Luis Lazo (257), Carlos Yanez (235), Jorge Luis Valdés (234) y Braudilio Vinent (221).

Es, con 44, el quinto en lechadas de por vida en nuestros clásicos, antecedido por Braudilio Vinet (63), Rogelio García (56), Omar Carrero (49) y Jorge Luis Valdés (46).

Este atleta nació el 28 de noviembre de 1975 y creció en el barrio de El Dátil, en las afueras de Bayamo. Inició su carrera en el beisbol defendiendo la posición del campo corto.

Por su potente brazo, los técnicos, entre los que se incluyó Indalecio Alejandrez, le recomendaron que pasara a desempeñarse como pitcher y muy pronto comenzaron los resultados.

Participó, como serptentinero, en 1993 con el equipo cuba en el Campeonato Mundial Juvenil celebrado en Canadá. Ese mismo año comienza su largo andar por series nacionales.

Ha propinado más de 1860 ponches y su promedio de carreras limpias antes de esta serie era de 3,69. Tuvo dos campañas formidables, la de 1998-99, en la que fue líder de los lanzadores con promedio de carreras limpias de 1,85 y la de 1997, en la que lanzó para 1,15 que constituye récord para un pitcher granmense.

Internacionalmente, participó en las Copas Intercontinentales de 1997 y 1999, los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, 1999; el Campeonato Mundial de China Taipei de 2001 y el II Clásico mundial en 2006.

También estuvo como invitado en los Juegos Olímpicos de Sydney, Australia. Ha participado en torneos en Holanda, Japón, Italia Y México y el año anterior en la liga de Francia.

Su gran deuda ha sido no haber aportado lo suficiente en los juegos de play off, en los que no ha tenido un saldo favorable. Eso, acaso, lo ha convertido en una figura polémica. Pero, en ningún caso, debe desconocerse tanta historia y entrega.

Son muy pocos los que en Series Nacionales llegan a jugar 22 campañas sin lesiones en el brazo. Sumemos que supo asumir con sencillez el rol de cerrador que le asignó la actual dirección del equipo. Por eso, reitero que Ciro Silvino Licea González, merece la gratitud eterna de la afición de Granma.