No hay forma de evitarlo. El pitcheo sencillamente escalofriante del cubano Aroldis Chapman eriza pelos de bateadores y observadores. Sus proyectiles que zumban a 99 y 100 millas lo mantienen sin permitir carrera a lo largo de 12 entradas y un tercio, trabajando en 9 relevos para los Rojos de Cincinnati.
Ayer, sometido por vez primera a presión, se le llenaron las bases contra los Astros producto de dos pasaportes y un sencillo, pero cerró el juego y aseguró la blanqueada por 6-0 ponchando a Chris Snyder.
El zurdo de 24 años, registra 3, 4 y 5 ponches en sus tres relevos de dos entradas contra Marlins, Nacionales y Cardenales. En total, poncha a 21, próximo al promedio de dos por inning, con solo 5 hits en contra, cediendo 4 bases, 2 contra los Cachorros y las 2 frente a los Astros, en sus únicas desviaciones hacia el descontrol.
Ese alarde de dominio es impresionante, y aunque Chapman sigue pensando en desembocar como abridor, podría convertirse en el más temible rematador de las Mayores.
Ayer, sometido por vez primera a presión, se le llenaron las bases contra los Astros producto de dos pasaportes y un sencillo, pero cerró el juego y aseguró la blanqueada por 6-0 ponchando a Chris Snyder.
El zurdo de 24 años, registra 3, 4 y 5 ponches en sus tres relevos de dos entradas contra Marlins, Nacionales y Cardenales. En total, poncha a 21, próximo al promedio de dos por inning, con solo 5 hits en contra, cediendo 4 bases, 2 contra los Cachorros y las 2 frente a los Astros, en sus únicas desviaciones hacia el descontrol.
Ese alarde de dominio es impresionante, y aunque Chapman sigue pensando en desembocar como abridor, podría convertirse en el más temible rematador de las Mayores.