La primera parte del noveno inning del 86 Juego de Estrellas el martes representó un acontecimiento único en la historia del evento.

Cuando Aroldis Chapman se subió al montículo para medirse a los bateadores de la Liga Americana, su receptor fue Yasmani Grandal. El dúo fue la primera batería cubana en los anales del Clásico de Media Temporada.

Chapman, lanzando ante su fanaticada de los Rojos en el Great American Ballpark, ponchó a cada uno de los tres bateadores que enfrentó-Brock Holt, Mike Moustakas y Mark Teixeira-alcanzando las 100 millas por hora con 12 de los 14 pitcheos que hizo. En dos ocasiones tiró rectas medidas en 103, mientras que cuatro de sus lanzamientos fueron de 102.

“Sabemos que tiene una recta devastadora y que es un lanzador sobresaliente”, dijo acerca de Chapman el manager de la Liga Americana, Ned Yost. “Sabía que sería difícil (para los bateadores que puso a enfrentarlo). Bastante impresionante”.

La actuación de Chapman culminó una exitosa intervención de los representantes de los Rojos en las actividades del Juego de Estrellas en Cincinnati. El lunes, el tercera base del equipo Todd Frazier conquistó el Festival de Jonrones. Y el martes, Chapman deleitó a la fanaticada local tirando fuego desde el montículo.

“Estoy contento. Fue importante hacer eso para nuestra fanaticada y nuestra ciudad”, dijo Chapman. “Fue una buena experiencia y creo que los fanáticos también quedaron contentos”.

Para Chapman, fue su cuarta convocación seguida al Juego de Estrellas, mientras que para Grandal fue su primera.