Verdadera lástima que en la sobresaliente Mesa Redonda que presenciamos hace algunos días no se le haya dedicado un duro párrafo a este tópico. Por cierto, que nuestra prensa deportiva debe ser más atinada y crítica en sus consideraciones, apreciaciones y todo lo que beneficie a un superior andar de lo que hacemos en Cuba.
A propósito, cuando veo a Suárez Valmaña en Bola Viva o los artículos que redacta Michel Contreras en Cubadebate, me doy cuenta que son periodistas con diferente proyección y sanos mensajes. ¡Son, ni más ni menos, los más autorizados para conversar hoy de materia beisbolera!
Una buena parte de los que hablan, comentan o escriben no alcanzan a satisfacer lo que desean escuchar o leer las personas con determinados conocimientos y cultura en este país. Aquí, hago la aclaración de la emisora COCO, cuyos relatores en el horario mañanero son claros y objetivos, así como de Renier González en el propio espacio Bola Viva, y de Hernández Luján, quien conduce con sabiduría ese programa.
Si abogamos por una revisión de la pelota dentro de la isla y de otras actividades del deporte, debemos modificar también ese lenguaje triunfalista que no conduce a sanar nuestras deficiencias.
Para convencer a la gente que piensa, primero debemos estar convencidos nosotros, los que pluma en mano o micrófono por delante, tenemos la responsabilidad de contribuir a la mayor educación y cultura de los buenos cubanos.
Por Rene Navarro, narrador deportivo cubano
A propósito, cuando veo a Suárez Valmaña en Bola Viva o los artículos que redacta Michel Contreras en Cubadebate, me doy cuenta que son periodistas con diferente proyección y sanos mensajes. ¡Son, ni más ni menos, los más autorizados para conversar hoy de materia beisbolera!
Una buena parte de los que hablan, comentan o escriben no alcanzan a satisfacer lo que desean escuchar o leer las personas con determinados conocimientos y cultura en este país. Aquí, hago la aclaración de la emisora COCO, cuyos relatores en el horario mañanero son claros y objetivos, así como de Renier González en el propio espacio Bola Viva, y de Hernández Luján, quien conduce con sabiduría ese programa.
Si abogamos por una revisión de la pelota dentro de la isla y de otras actividades del deporte, debemos modificar también ese lenguaje triunfalista que no conduce a sanar nuestras deficiencias.
Para convencer a la gente que piensa, primero debemos estar convencidos nosotros, los que pluma en mano o micrófono por delante, tenemos la responsabilidad de contribuir a la mayor educación y cultura de los buenos cubanos.
Por Rene Navarro, narrador deportivo cubano