Como se deshoja una margarita, así va perdiendo páginas el calendario del naciente Campeonato Nacional sub-23 de béisbol, y a falta de seis desafíos para cada equipo, solo en el Oriente se ve algo despejado el panorama.

Con los resultados de este miércoles en la parte oeste de la geografía cubana, algunas cosas andan envueltas en una nebulosa muy difícil de deshacer. Por ejemplo, los anfitriones matanceros retornaron a la cima de la llave A para acompañar a los artemiseños. Los yumurinos aprovecharon muy bien el tropiezo por 0-1 de los Cazadores frente a la tropa de la Isla de la Juventud, y con un ataque de 16 imparables superaron con pizarra de 12-7 a la representación de Vueltabajo.

En la llave B, con asiento en Cienfuegos, se mantuvo el abrazo en la punta entre mayabequenses y locales, pero ahora con solo un juego de ventaja sobre La Habana. Los capitalinos fueron los responsables del traspiés sufrido por los sureños al vencer con cerrado marcador de 3-2. A su vez, Villa Clara consiguió el triunfo por 5-2 sobre los Huracanes para poner más candente la lucha por el boleto directo desde esa agrupación.

En el este las cosas andan menos enredadas, porque en el segmento C los organizadores avileños —que al cierre enfrentaban a la tropa espirituana—, gozaban de cómoda ventaja en el tope de la tabla. Ahora son seguidos en solitario por sus vecinos camagüeyanos, quienes con el éxito de 7-1 frente a los tuneros, deshicieron el abrazo entre ambos elencos.

También en el pelotón C todo parece cantado, pues los líderes santiagueros retomaron la senda del triunfo con un apretado 2-1 sobre los locales holguineros. Por su parte, Granma volvió a dar otra estocada, esta vez con un marcador de 9-6 que hunde más en el sótano a los guantanameros.