El criterio popular, ese resultado de la consulta cotidiana tiene un valor incalculable.

Por ello cada vez se aplaude más la sapiencia de dialogar con la casi totalidad de los que hoy viven para el béisbol en todo el país en tres ocasiones distintas para la organización de la LII Serie Nacional y los cambios que esa traería.

En esos encuentros sobresalió con fuerza, entre otros, la solicitud, especialmente de técnicos y peloteros, de topar más con equipos foráneos.

Ex jugadores de la estatura de Antonio Muñoz, Lourdes Gourriel, Felipe Sarduy, Luis Giraldo Casanova y otros que harían interminable la relación, realzaron su voz para exigir lo que fue un reclamo también de la afición.

Y es que todo el que haya ido a un encuentro de preparación de cualquiera de las selecciones locales para eventos internacionales sabe que allí no aflora todo, pues por solo citar un ejemplo, ningún lanzador osaría pegarle una bola a un coloso como Frederich Cepeda y privar –con un deadball- a la selección nacional de su mejor bateador de hoy.

Visto así –para no cocinarnos en nuestra propia salsa- vale destacar que las victorias de antaño, esas que demanda el respetable, tienen su base en la amplia preparación que hicieron novenas dirigidas entre otros por Servio Borges, Higinio Vélez y Jorge Fuentes, ese último máximo ganador aquí y allende los mares, por estos días jefe técnico del alistamiento de la pre antillana para el III Clásico.

Ellos tuvieron entrenamientos en la altura mexicana de Pasteje, topes con los universitarios estadounidenses, y más recientemente asistieron a torneos como la Semana del Béisbol de la Ciudad de los Puertos, en Holanda.

De modo que siempre será mejor enfrentar a un adversario, incluso de mediana calidad, que jugar entre nos, aunque si ese tiene oficio, mucho mejor.

La presencia de los cubanos en predios aztecas dejó un saldo favorable: hay que entrenar más el bateo de curvas. 44 ponches en 45 entradas es como para pensar. Así de sencillo.

Igualmente el colectivo técnico pudo constatar que cuenta con una defensa sólida sin errores en 140 lances y que el pitcheo anda bien, muestra de su 0.53 promedio de carreras limpias, aunque no enfrentó a toleteros de renombre.

Evaluación pelotero a pelotero

Algunos han cuestionado el período de entrenamiento de los cubanos a sabiendas que prácticamente todos los implicados foráneos para la III edición del Clásico acaban de concluir sus campeonatos, léase de las Grandes Ligas, la japonesa, la coreana, la taipeyana y la mexicana de verano.

De los convocados al Clásico de otros lares, muchos de los interesados, pues los hay que declinan defender su país, tienen desde preparadores privados hasta áreas de entrenamientos en sus propiedades con gimnasios.

En las condiciones de Cuba es preciso evaluar pelotero a pelotero y para ello verlos en disimiles situaciones tiene un valor incalculable, a lo que se debería agregar que la presencia en Asia reviste un significado muy importante por ser el sitio donde dentro de cuatro meses Cuba va a buscar su boleto para ir a San Francisco, ciudad estadounidense que albergará la gran final del III Clásico.

En el continente asiático además se enfrentarán a equipos integrados por jugadores profesionales de altísimo nivel que se preparan también para participar en el III Clásico y por qué no decirlo, se trata de una invitación con todos los gastos pagados.

¿Acaso habría alguien que conozca realmente del béisbol nacional y de su acontecer que renunciara a esta oportunidad de lujo? Creo que no.

El período de preparación, prerrogativa de los que son responsabilizados con la espinosa tarea, conlleva la observación de cada uno de los elegidos, de sus habilidades y deficiencias, pues vistas estas últimas a tiempo, pueden ser corregidas.

Pero de vuelta a la pre para el Clásico, hay quien anuncia que su estancia por Asia será la oportunidad ideal para que pueda ser estudiada, como si ello fuera novedad.

Como mismo han sido vistos los cubanos, hay referencia de los adversarios, por cierto más que de los nuestros, pues juegan en el caso de los de las Grandes Ligas estadounidense 164 partidos con trasmisión diaria de televisión.

Hace unas semanas un especialista japonés nos comentaba que de Yulieski Gourriel y de Norberto González apenas tenían unos 30 segmentos de video, sin embargo de Ichiro Suzukio de Daisuke Matsuzaka contaban con miles.

¿Quiénes entonces son más escauteados, los nuestros o los extranjeros?

Visto desde otro ángulo. Estos peloteros japoneses cuentan anualmente con centenares de juegos de alto nivel en su aval y los nuestros apenas pueden acumular diez o quince cada año.

¿A quién le hace más falta entonces estos topes? La respuesta es obvia.

Tan solo jugar en terreno sintético, sin que este resulte una novedad para el atleta la hora de competir, vale volar por encima de mar los miles de kilómetros que implica enfrentar el célebre jet lag, también conocido como descompensación horaria, otro de los detalles que enfrentarán los convocados en esta ocasión al continente oriental y en cual nuestros especialistas trabajan para aminorar su efecto.

La LII Serie Nacional tan importante como el mes de Febrero.

Pero todo lo enunciado tendrá continuidad desde el 25 próximo y hasta el 3 de febrero con la primera etapa de la Serie Nacional de béisbol. Es sumamente importante que cada jugador de la preselección cumpla en su equipo provincial el plan de entrenamiento personalizado que tendrá en función de su potencial participación en el III Clásico .

La verdad saldrá de la temporada por comenzar. Ella dará más luz a los técnicos, así como febrero será un mes decisivo en el alistamiento de la selección. Hay confianza en Víctor Mesa y su cuerpo técnico quienes realizan la mejor de la preparación en pos del éxito.

Ya hay buenas señales, como la disciplina técnica, el juego agresivo y otros más que han cambiado el rostro a la actual pre, en comparación con algunas que le precedieron.

No saquemos conclusiones por apenas un juego de béisbol contra rivales de poca calidad.

Dejemos trabajar a los técnicos, ellos son los calificados, a ellos nuestra confianza.