Tras dos intensos días de exámenes físicos, Ariel Miranda pudo estampar el miércoles su firma en el contrato que lo une a los Orioles para un futuro que, si por él fuera, comenzaría mañana mismo en Grandes Ligas.
Aunque Baltimore no dio información sobre el monto del contrato, el vicepresidente ejecutivo de operaciones de béisbol del club, Dan Duquette, informó que su bono de firma es similar al de otros cubanos -Dariel Alvarez, Henry Urrutia- que juegan en distintos niveles de la franquicia, lo cual lo sitúa ligeramente por encima de los $700,000.
"Siento un gran alivio y una inmensa alegría, porque los Orioles me han dado la oportunidad con la cual vengo soñando desde hace tiempo'', expresó Miranda para El Nuevo Herald desde el aeropuerto de Baltimore. "Es como volver a nacer, pero para enfrentar un reto muy fuerte''.
A mediados de abril, el lanzador zurdo había mostrado su talento ante decenas de evaluadores de Grandes Ligas reunidos en el parque de béisbol de la Universidad de Miami con una recta que alcanzó las 94 millas por hora y una curva que, de acuerdo a un experto en las gradas, mejoró mucho desde el momento en que Miranda escapara de Cuba hasta el presente.
Buen arsenal
Pero desde esa demostración hasta hace unos días ocurrió otro hecho que marcó el destino de Miranda, pues dejó la agencia de representación Praver-Shapiro y buscó los servicios de Relativity Baseball, que posee entre sus clientes a figuras como David Ortiz, Miguel Cabrera y Madison Bumgarner.
"Nadie se imagina por todo lo que debe pasar un pelotero cubano para vivir este momento de firmar un contrato'', agregó Miranda, de 25 años. "Desde el momento en que uno abandona el país, los sacrificios no paran. A partir de ahora podré mirar mi futuro con más seguridad''.
Miranda debutó con el equipo Habana como relevista y luego pasó al Mayabeque como abridor; terminó su carrera con 22-25 y 3.78 de efectividad, aunque en la serie 53 finalizó con 2.77 de promedio de carreras limpias.
Por el mismo camino
Se le tenía entre los nombres para integrar la preselección del equipo que viajó a EEUU en julio pasado para chocar contra una escuadra universitaria en Des Moines, Iowa, pero fue dejado fuera por lo que el comisionado Higinio Vélez calificó de "indisciplina fuerte", hasta que salio de cuba ilegalmente.
De acuerdo con Duquette, Miranda se reportará cuanto antes al complejo de Liga Menor de los Orioles en Sarasota antes de reportarse al Frederick de Clase A o al Bowie de Clase Doble A.
"Me encantaría seguir el camino de otros cubanos que están triunfando en Grandes Ligas'', agregó Miranda. "Quiero poner en alto el nombre de mi tierra y mi familia. Me he comunicado con mi gente cercana y, a la distancia, nos hemos fundido en un gran abrazo. Pero no me engaño, esto es apenas un alto en el camino. Queda mucho por hacer ''.
Aunque Baltimore no dio información sobre el monto del contrato, el vicepresidente ejecutivo de operaciones de béisbol del club, Dan Duquette, informó que su bono de firma es similar al de otros cubanos -Dariel Alvarez, Henry Urrutia- que juegan en distintos niveles de la franquicia, lo cual lo sitúa ligeramente por encima de los $700,000.
"Siento un gran alivio y una inmensa alegría, porque los Orioles me han dado la oportunidad con la cual vengo soñando desde hace tiempo'', expresó Miranda para El Nuevo Herald desde el aeropuerto de Baltimore. "Es como volver a nacer, pero para enfrentar un reto muy fuerte''.
A mediados de abril, el lanzador zurdo había mostrado su talento ante decenas de evaluadores de Grandes Ligas reunidos en el parque de béisbol de la Universidad de Miami con una recta que alcanzó las 94 millas por hora y una curva que, de acuerdo a un experto en las gradas, mejoró mucho desde el momento en que Miranda escapara de Cuba hasta el presente.
Buen arsenal
Pero desde esa demostración hasta hace unos días ocurrió otro hecho que marcó el destino de Miranda, pues dejó la agencia de representación Praver-Shapiro y buscó los servicios de Relativity Baseball, que posee entre sus clientes a figuras como David Ortiz, Miguel Cabrera y Madison Bumgarner.
"Nadie se imagina por todo lo que debe pasar un pelotero cubano para vivir este momento de firmar un contrato'', agregó Miranda, de 25 años. "Desde el momento en que uno abandona el país, los sacrificios no paran. A partir de ahora podré mirar mi futuro con más seguridad''.
Miranda debutó con el equipo Habana como relevista y luego pasó al Mayabeque como abridor; terminó su carrera con 22-25 y 3.78 de efectividad, aunque en la serie 53 finalizó con 2.77 de promedio de carreras limpias.
Por el mismo camino
Se le tenía entre los nombres para integrar la preselección del equipo que viajó a EEUU en julio pasado para chocar contra una escuadra universitaria en Des Moines, Iowa, pero fue dejado fuera por lo que el comisionado Higinio Vélez calificó de "indisciplina fuerte", hasta que salio de cuba ilegalmente.
De acuerdo con Duquette, Miranda se reportará cuanto antes al complejo de Liga Menor de los Orioles en Sarasota antes de reportarse al Frederick de Clase A o al Bowie de Clase Doble A.
"Me encantaría seguir el camino de otros cubanos que están triunfando en Grandes Ligas'', agregó Miranda. "Quiero poner en alto el nombre de mi tierra y mi familia. Me he comunicado con mi gente cercana y, a la distancia, nos hemos fundido en un gran abrazo. Pero no me engaño, esto es apenas un alto en el camino. Queda mucho por hacer ''.
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