Tras recorrer varios municipios de la provincia, el doctor Antonio Becali, presidente del Inder, dialogó en exclusiva con Escambray

En las estribaciones de Condado, en Trinidad, y en La Hormiga, en Fomento, o en los enclaves “citadinos” de esos municipios, además de Taguasco y Jatibonico, el doctor Antonio Becali Garrido, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), tocó con las manos el desarrollo del deporte para todos.

También se interesó por el rescate de instalaciones, el desarrollo de áreas y combinados deportivos, los círculos de abuelos, la gimnasia laboral y otras muestras del deporte participativo y la cultura física.

Accesible y locuaz, Becali Garrido dialogó con Escambray en un intercambio que caminó por estas rutas y aprovechó para tocar áreas que definen el organismo que dirige.

“Aquí se ve un movimiento deportivo muy fuerte, una reanimación significativa en la base, las instalaciones, una alta preocupación del gobierno y el Partido en cada municipio por el deporte como derecho del pueblo. Es lo que vimos en Trinidad con la gente en la calle o la mezcla de cultura y deporte en las comunidades. También observamos en Fomento cómo el profesor que formó a Yosbany Veitía enseña a otros niños; en Condado, el rol del profesor en la utilización del tiempo libre para buscar salud y vida mediante el ejercicio físico”.

Usted ha insistido en el recurso humano y la cultura física. ¿Por qué?

Es una de nuestras fortalezas más grandes que en un lugar como el Plan Turquino existan 162 licenciados en Cultura Física, 20 o 30 másteres; eso es solo posible con una Revolución. Se trabaja por un desarrollo con énfasis en la cultura física en su acepción más amplia: el deporte para todos es nuestra cara visible. Detrás hay muchas personas anónimas con un gran trabajo en la base. De ahí salen las glorias por el sentido de pertenencia de sus entrenadores; ese deporte activo y saludable que se practica aquí es el que necesitamos en el país.

Ha destacado la inventiva, pero faltan implementos claves.

Es vital la innovación y la creatividad. El mundo se mueve a través de una alta tecnología que lleva cantidad de recursos, en especial económicos. A ello se suma el bloqueo; lo que para un país tiene un precio, a nosotros se nos cuadruplica, por eso hay que innovar con medios hechos en la base, muchos técnicos trabajan en condiciones muy difíciles, pero siguen poniendo en alto el deporte cubano.

Hablando de resultados, ¿cómo ve a Cuba rumbo a Río?

Estaremos entre las delegaciones más numerosas al llevar entre 120 y 130 atletas; hay más de 90 clasificados y cinco deportes más que en Londres. Hemos hecho un estudio, en especial de los contrarios y de la preparación, y pensamos que debemos superar a Beijing y Londres en títulos. Además, en el último año de campeonatos mundiales tenemos 21 medallistas. Eso presagia un buen resultado en Río.

En Toronto auguramos segundo y regresamos en cuarto lugar. ¿No le preocupa el pronóstico con la cercanía entre un evento y otro?

No. No se parece en nada el Panamericano a la Olimpiada; siempre estamos optimistas por los resultados históricos. En Canadá hablamos de una competencia muy difícil, siempre nos discute el segundo lugar y ser sede es un valor agregado muy importante; dijimos que veríamos un Brasil preparándose para los Juegos.

Ahora tenemos potencialidades como el boxeo que vuelve a ser la nave insignia, pero contamos con otros de grandes saldos como el judo, la lucha y la gimnasia artística nos puede regalar una medalla con Manrique Larduet. Otros se están preparando, la salud de todos es muy positiva y cada 15 días realizamos un análisis de la preparación con todos los involucrados. Hay mucha motivación.

Ha sido un cuatrienio difícil para el deporte cubano.

Así lo vemos. Los Centroamericanos fueron en México, país que nos discutió la supremacía. Ahora Brasil es sede y está en el continente. El próximo cuatrienio va a ser más cómodo y demostraremos la sostenibilidad de nuestro movimiento deportivo.

¿El éxodo no le preocupa?

Me has hablado varias veces de preocupación y eso no está en el diccionario de un revolucionario. Tenemos que seguir el trabajo político-ideológico con una alta intencionalidad, con la formación de valores y existen proyecciones, pero con ese éxodo y con ese bloqueo hemos seguido siendo una potencia que se ubica entre los 15 primeros a nivel olímpico y se ve la alegría del pueblo cuando practica deporte. No pienso en los que se van, sino en los millones que se quedan al lado del pueblo porque hay cosas mucho más importantes. Ese es el logro de la Revolución.

Algunos leen el regreso de Dayron Robles como que quienes se fueron pueden retornar o quienes radican fuera puedan competir por Cuba. ¿Hasta dónde es cierta esta tesis?

No sé quién ha hablado de esto. Quienes nos traicionaron son traidores y eso nunca lo perdonaremos. Competimos con los que están al lado nuestro; sentimos orgullo de que las delegaciones sean de atletas cubanos, formadas por profesores cubanos, no una delegación como Brasil, que está compuesta por atletas importados, comprados. Dayron se ha incorporado, tiene una alta motivación, posee la marca mínima para los Juegos, presenta una pequeña lesión pero esperamos que no le afecte. Ha dicho que está deseoso de volver a enseñar las letras de su país en un evento internacional.

Interpreto que vamos al próximo Clásico de Béisbol con un equipo “puro”.

Interpretaste muy bien: solo con atletas cubanos.

Ha dicho que la pelota es de seguridad nacional. ¿Qué le parece una estructura restrictiva que supone jugar menos?

Hemos mantenido la tradición de cuidar la territorialidad, pero no en Cuba, en todos los países se busca desarrollo y eso se logra concentrando la calidad. Con algunas estructuras se han obtenido resultados como lograr refuerzos en la etapa final, esa idea es buena. Gozamos de una buena salud en la pelota; se ve en algunos contratados, como Frank Camilo, que llegó a Canadá y está bateando.


¿Desecha la tesis de quienes ven crisis en el deporte cubano?

Solo los escépticos pueden pensar que hay crisis. ¿Cómo un país que piensa en una delegación de más de 100 atletas puede hablar de crisis?, he preguntado a varios ministros que nos visitan y me dicen: “Todavía no tengo a ningún clasificado o la mía será de 20”. Pensamos como lo hacen los países desarrollados, no solo es ganar medallas, el simple hecho de llevar una delegación tan numerosa demuestra la fortaleza del movimiento deportivo cubano.