Oceanía Cruises
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06
febrero
2017
ES EN

Por:


Juan Kubala
Entre tanta alegría derivada de la actuación (voy a escribirlo sin que me tiemble un dedo) del equipo Cuba más satisfactorio en muchos años, quiero hacer hincapié en cinco elementos a no pasar por alto.

1- Por fin William Saavedra recibió la oportunidad que le han negado en repetidas ocasiones. Bateador del clutch, pelotero imponente en series cortas, el pinareño tiene el tercer mejor promedio del equipo (.375) y lidera el torneo con dos bambinazos a su haber. Idos Joan Carlos Pedroso y José Dariel Abreu, era increíble ver cómo los técnicos, una y otra vez, lo soslayaban. Bienvenido sea el tapabocas que reciben.

2- Me ha gustado muchísimo Yoelkys Céspedes. Sigue teniendo un mundo de problemas con los rompimientos, pero eso a su edad es absolutamente perdonable. El hermano de Yoenis ha mostrado que puede conseguir buenos contactos sobre rectas veloces, que sus piernas trabajan a alarmantes revoluciones por segundo, y que lleva en el brazo la fuerza de un titán. Casualmente, su segundo apellido es Maceo.

3- El capricho de mantener a Yunior Paumier en el segundo turno ya es molesto, porque suena a terquedad de un cuerpo técnico incapaz de dar el brazo a torcer y decidirse a hacer ajustes.

4- La oreja peluda del conservadurismo asoma todo el tiempo en la ventana de Carlos Martí. ¿Sabe usted quiénes fueron los tres lanzadores que más permanecieron en el box en esta etapa? Se los digo: Vladimir Baños, Lázaro Blanco y Vladimir García. ¿Sabe cuál fue el relevista de más actuación? Liván Moinelo. Pareciera que los juegos de nosotros fueran a más entradas que los de los demás. (Para el recuerdo quedan la insistencia con Moinelo en el segundo día de contienda y la absurda permanencia de Baños en el box a la altura del noveno episodio).

5- No les falta razón a quienes afirman que Alfredo Despaigne ha contraído deudas de rendimiento en el team Cuba. Pero ojo, mientras no haya un equipo unificado con todos y para el bien de todos, es insustituible. Hay quien sostuvo que no había gozado de average en los play off (.214), pero entonces le dieron veinte bases y sopló tres jonrones decisivos. Luego dijeron que otra vez se quedaba por debajo extrafronteras, y el granmense despachó un cuadrangular que rompió el juego versus México. Sin tener un torneo de relumbrón, ya es segundo en carreras empujadas. Que hablen pues.