Para los que no contaban ni cuentan con el escalafón pirata para ganar la corona de la 54 Serie Nacional de Beisbol, la demostración de este equipo en la postemporada ha funcionado como un tiro por la culata. Más que a los fanáticos, hago énfasis en los comentaristas deportivos, quienes hacen uso de la especulación para engrandecer a los demás elencos en cambio de la tropa de Rodríguez Pantoja, a la que solo reconocen, por la vía de pequeñas adulaciones, sin resaltar el excelente trabajo de sus peloteros y directivos, que han sacado del sótano la honra del equipo. Pienso que es escasa la confianza que se le atribuye a la Isla, y disímiles los detractores que la ubican fuera de los finalistas; pero como siempre, mi instinto me dice que no desmaye las esperanzas. Merecidísimo el respeto y el aplauso, para la tripulación pirata, la cual buscará un triunfo en la ciénaga de los cocodrilos para más que callar las malas lenguas, demostrarse a sí mismos que se puede ¡Vamos por más!