JORGE EBRO
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La reciente visita de cuatro peloteros cubanos de Grandes Ligas a la isla ha despertado pasiones de todo tipo que van desde el apoyo total a una duda con tintes de negación entre la comunidad de jugadores de la mayor de las Antillas.

Muchos de ellos, de varias generaciones y puntos de vista, se reunieron el domingo para la edición del Juego de las Estrellas Cubanas que cumplió su meta de recaudar fondos para niños con problemas cerebrales, pero que no pudo terminarse cuando un aguacero torrencial obligó a todos a marcharse luego de dos entradas.

"Contra la lluvia no se puede, pero creo que valió la pena'', expresó el empresario Osvaldo Pérez, principal organizador del evento. "El público pudo compartir con sus ídolos, se recaudaron fondos para una noble causa y, ese gesto de Céspedes fue algo muy especial que no olvidaremos''.

El gesto de Yoenis Céspedes se tradujo en una donación de $20,000 a una entidad que combate la parálisis cerebral en los más pequeños, que a muchos recordó, además, otra donación suya realizada en diciembre a una organización sin fines de lucro en su tierra natal y que llevaron las Grandes Ligas en su nombre.

Precisamente fue Céspedes uno de los padres del viaje de sus compatriotas hace unas semanas a La Habana, pero cuando llegó el momento de tomar el avión decidió no acudir a la cita para concentrarse en la búsqueda de su nuevo contrato.

"Será para la otra, porque creo que vendrán nuevas oportunidades'', afirmó el jardinero que pudiera recibir un jugoso pacto en las próximas semanas. "Creo que la situación empieza a moverse en rumbo positivo y esto va a beneficiar al béisbol cubano''.

En sentido general, la mayoría de los consultados en el parque de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) coincidieron en apoyar el viaje de Yasiel Puig, Brayan Peña, Alexei Ramírez y José Abreu.
Pero no todos están de acuerdo en la hoja de ruta que se está siguiendo en este tipo de "deshielo'' o diplomacia del béisbol, en espera que las autoridades cubanas ofrezcan otros signos de apertura.

"Siempre he dicho que me gustaría representar a mi tierra en un evento internacional, pero cuando existan más cambios'', expresó el lanzador Odrisamer Despaigne. "Yo no puedo ir a mi tierra, no puedo ver a los míos. Los que fueron lo hicieron con permisos especiales, ya te lo dice la palabra, especiales. Eso no es suficiente. Al menos para mí''.

Otros, como José Fernández, prefieren esperar un poco más antes de tomar partido.

"Este es un tema muy complicado, por el momento prefiero mantenerme neutral y ver cómo se desarrolla esta situación'', señaló el lanzador de los Marlins. "En principio estoy de acuerdo con un acercamiento, pero quiero ir con calma''.

De acuerdo con fuentes, ya el acuerdo entre Grandes Ligas y Cuba ya estaría totalmente cocinado y solo se estaría esperando por un resquebrajamiento de la Ley del Embargo o una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, que otorgue un permiso especial para darle luz verde al pacto.

De hecho, las Mayores ya pidieron ese permiso especial al Departamento del Tesoro y aguardan una respuesta -que pudiera llegar en cualquier momento- para echar a andar los mecanismos que permitan contratar peloteros directamente en la isla.

"Eso sería espectacular, y no solo eso, se podría ver un equipo unificado para el Clásico Mundial'', indicó Jorge Fuentes, uno de los manager mas ganadores de la pelota antillana. "Miro a estos chicos aquí en Miami y los imagino con los de allá juntos y me entra una alegría sana, de aficionado. ¿A quién no le gustaría dirigir un equipo así?''.

Cuba, que ha visto partir más de lo mejor de su talento en oleadas, también espera con ansia este acuerdo con el mejor béisbol del mundo, como única tabla de salvación para las Series Nacionales.

Mientras se espera por ese convenio, los peloteros de la isla siguen escapando y los de Miami continúan a la expectativa de los próximos pasos, aunque algunos tienen una posición muy definida sobre su caso individual.

"A mí me gustaría volver a mi tierra, pero sin una agenda preconcebida'', sentenció Orlando "El Duque'' Hernández. "Si voy, nadie me puede impedir visitar mi pueblo del Wajay, Boyeros, mis vecinos, mi gente querida. El día que vaya a Cuba nadie me puede poner condiciones''.