Una semana de puro béisbol se vivirá entre La Habana y Matanzas del 2 al 8 de marzo próximos, cuando las novenas Diablos Rojos de México y Guerreros de Oaxaca, miembros del circuito veraniego del país azteca, se enfrenten a selecciones cubanas como parte del tope «Unidos por la pasión».

Un total de 12 partidos celebrarán en los parques Latinoamericano y Victoria de Girón dichas escuadras, en el caso de los mexicanos para su puesta a punto de cara a la temporada que comenzarán a finales de marzo, y los anfitriones en pos de continuar con la preparación rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.

Los conjuntos cubanos se nombrarán Occidentales y Orientales, aunque es poco probable que los peloteros se dividan por sus zonas geográficas de origen, teniendo en cuenta que todos forman parte de la preselección nacional y será necesario mezclar hombres de cada territorio a fin de buscar team work y compenetración.

En cuanto a los visitantes, tanto Diablos como Guerreros llegan con el saco lleno de ilusiones antes de comenzar su campaña, la cual esperan sea de recuperación tras un 2017 decepcionante. El plantel rojo fue sexto en la Liga del Norte con 57 victorias y 52 derrotas, mientras los de Oaxaca quedaron séptimos en el circuito sureño con pésimo balance de 40-67.

LOS DIABLOS QUIEREN RECUPERAR SU HEGEMONÍA

Fundados en 1940, los Diablos Rojos son la franquicia más laureada de la Liga Mexicana, no solo por sus 16 coronas, sino porque han llegado a un total de 33 finales. Sin embargo, no avanzan a la discusión de la corona desde el 2014, lo cual supone su tercera racha más larga sin podios.

De cara a la presente campaña, el elenco escarlata, dirigido por Víctor Bojorquez, se ha reforzado de manera considerable con la adición del experimentado cubano Alexei Ramírez, al igual que las del relevista venezolano Jean Machí, el receptor boricua Carlos Corporán y el veterano infielder azteca Luis Cruz, todos con experiencia en los máximos niveles del béisbol profesional de Estados Unidos.

Además, no se puede desestimar la presencia del jardinero cubano Henry Urrutia, uno de los mejores bateadores del pasado circuito invernal venezolano, así como del antesalista puertorriqueño David Vidal, uno de los puntales de los Criollos de Caguas en la reciente Serie del Caribe de Jalisco.

EN OAXACA QUIEREN GUERREROS REALES

Con mucho menos cartel que los Diablos Rojos, los sureños Guerreros de Oaxaca buscan todavía asentarse en el circuito mexicano, en el cual debutaron en 1996. Lejana ya aparece su única corona, alcanzada en 1998, cuando derrotaron por barrida de 4-0 a los Acereros de Monclova.

Después de aquel episodio dorado, nunca más los Guerreros han llegado a una final y ahora presentan una de las nóminas más modestas del certamen veraniego, aunque el nivel de exigencia sigue siendo muy alto para el conjunto, que espera complacer a sus seguidores con un salto de calidad.

En aras de lograr ese objetivo será crucial el desempeño de dos rostros nuevos: el dominicano Arismendy Alcántara y el veterano inicialista mexicano Luis Alfonso García. El quisqueyano fue valorado como uno de los mejores prospectos de los Cachorros de Chicago en el pasado, pero nunca logró despegar y a sus 26 años busca un renacer.

García, por su parte, integró el plantel mexicano a los Clásicos Mundiales del 2006 y 2013, y jugó mucho en las Menores de Estados Unidos con franquicias de peso como los Dodgers de Los Ángeles, las Medias Rojas de Boston y los Cardenales de San Luis, pero nunca pudo establecerse en esos equipos.

El inicialista viene de una temporada, justamente, con los Diablos Rojos, y dada su carretera será una pieza fundamental para ejercer como guía de un elenco que busca identidad.