Tras los resultados de este sábado en la Serie Nacional de béisbol cubano, los líderes del torneo, los Cocodrilos de Matanzas, sumaron su triunfo número 46 de la actual temporada y el décimo noveno de forma consecutiva, al disponer 10 carreras por cero de los Cachorros de Holguín, en el Victoria de Girón de la Atenas de Cuba. La victoria, aun que impone una marca, está aún lejos del récord absoluto en Series Nacionales.
El juego ganado fue a la cuenta del capitalino Adrián “el Brujo” Sosa, que anda invicto en 6 decisiones, con rescate del guantanamero Alexander Rodríguez (3) y jonrón del granmense Yordanis Samón (va por 5 en el año), que además sumó 3 remolques (43), consiguiendo así llegar a 19 sonrisas en fila, la mejor marca en la historia de cualquier conjunto de esa provincia (pues por mucho que ahora parezcan un equipo Cuba, tienen el uniforme de Matanzas).

Prensa Latina y el inigualable Yirsandy Rodríguez en Radio Rebelde dieron la información adecuada, con el paréntesis de que esta era una nueva marca para la provincia, pero como toda teoría del rumor se sumaron aprendices del béisbol y comenzaron a dar por sentado que era un récord nacional, inclusive en publicaciones de cierta importancia en la prensa cubana.

La realidad está lejos de la verdad:
Los Cocodrilos acaban de romper la marca de los Citricultores de Matanzas de la temporada 1983 – 1984, pues hace 33 años, nos apunta Yirsandy que entre el 30 de enero y el 6 de noviembre de 1983 para ser exactos, esos Citricultores tuvieron racha de 18 triunfos seguidos.

De hecho ellos ganaron aquella Serie Nacional, como el segundo y último triunfo de ese equipo matancero (antes se titularon en 1977, mientras que Henequeneros ganó dos veces también, en 1990 y en 1991), con balance de 52 ganados y 23 perdidos, bajo la tutela del manager Tomás Soto.

Lázaro Junco con 20 jonrones (colíder), Juan Luis Baró con 14 y Wilfredo Sánchez, líder de los bateadores con 385, comandaron la ofensiva yumurina del 84.

Los Cocodrilos de esta campaña andan sin frenos y además de esta marca para la provincia, marchan con 46 triunfos y solo 3 derrotas (increíblemente dos de ellas contra equipos que no clasificaron, Industriales y Pinar del Río), con total seguridad en camino a la postemporada como primeros en la tabla de posiciones.
Sin embargo, el récord absoluto del béisbol cubano los consiguió Mineros, en la Serie Nacional de 1972, cuando lograron 27 victorias consecutivas, o sea 9 más de las que hoy ostenta Matanzas.

Aquellos Mineros terminaron la temporada con 52 ganados y 14 perdidos, nos obstante, no consiguieron el título del 72, pues cayeron en el playoff (2 juegos a 1) frente a los Azucareros de Servio Borges, donde se les acabó la “gasolina” y solo batearon 206 (252 en la fase regular), con un extrabase en 3 partidos.

El único triunfo de los Mineros en ese playoff fue a la cuenta de Braudilio Vinent (también perdió uno), que había ganado 11 en el campeonato, pero los lanzadores con mejor resultado del equipo habían sido Orlando Figueredo con 14 – 2, líder en victorias de esa Serie Nacional y Roberto Valdez que terminó invicto con 12 - 0.

Figueredo no sacó ni un out en la final y Valdez cargó con el otro revés.
La mesa, entonces, está servida para las predicciones y la polémica:

Primero el récord del 72, que para muchos (nos incluimos) parecía irrompible y aunque faltan solo 9 sonrisas más, los Cocodrilos definitivamente “meten” miedo en el terreno y sus rivales se han olvidado de cómo ganarles.

Y segundo la postemporada, ¿Podrán los del Yumurí quitarle la pena que embarga al manager Víctor Mesa y finalmente coronarlo campeón?

Esperamos ver sus opiniones.