Ningún pacto entre Cuba y Grandes Ligas verá la luz sin la aprobación del poderoso sindicato de peloteros y nada se hará efectivo sin la firma de su presidente, Tony Clark, quien conoce como pocos la encrucijada de los jugadores de la isla.

Con una carrera de 15 años en las Mayores y con cinco al frente del sindicato, Clark es juez y parte de un problema al que quisiera darle solución, pero al cual le quedan muchas aristas por pulir e interrogantes por responder.

Recientemente integró la vista de Grandes Ligas a Cuba junto a Joe Torre y cuatro peloteros antillanos y regresó con la esperanza de algo pudiera suceder para establecer un pacto que satisfaga a todas las partes. ¿Cuándo? A pesar del viaje de Barack Obama y del partido contra los Rays en La Habana, ni él mismo lo sabe.

¿Contempla un acuerdo con Cuba como algo inminente?

"Creo que el Clásico Mundial ha facilitado una oportunidad para establecer un diálogo entre los dos países. El viaje de Buena Voluntad que tuvimos en diciembre fue un paso más avanzado en busca de ese diálogo abierto y mirar los próximos pasos''.

¿Pero de qué tiempo estamos hablando?

"Cualquier conversación sobre el flujo de talento de Cuba hacia los Estados Unidos, obviamente está llena de retos. Esa conversación involucra a cuatro grupos: la asociación de jugadores, las Grandes Ligas, así como los gobiernos de Estados Unidos y el de Cuba. Y estoy poniendo a un lado el Embargo que todavía está en pie. Lo cierto es que hay muchos obstáculos, preocupaciones y temas sensibles ahí, pero existe un diálogo más abierto ahora hacia lo que mañana pudiera suceder que en algún otro tiempo que yo recuerde''.

¿Entonces, todavía puede tardar?

"Tengo esperanza de que a medida de que aparezcan las oportunidades llegaremos a un lugar donde los jugadores cubanos puedan cumplir sus sueños y posibilidades de jugar en Grandes Ligas sin los peligros para sus vidas que ahora existen, pero esta es una conversación de cuatro vías. Estamos optimistas de que el avance que hemos logrado en los últimos 10 años continúen adelante''.

¿Está el sindicato en condiciones de defender los derechos del pelotero cubano?

"Nuestra responsabilidad es proteger y mejorar los derechos de nuestra membresía, e incluso, si un pelotero no es todavía miembro aún, nos preocupamos de asegurarnos de sus derechos sean protegidos. Como ex jugador, a mí no me interesa que uniforme usas o de donde vienes, siempre tendré una pasión y un interés de proteger al pelotero tanto como sea posible.

Cuba se manifiesta a veces como si un deportista fuera suyo a perpetuidad…

"Es por eso que parte del reto que existe, con todos los intereses envueltos. Existen algunos retos y logística por resolver, pero por encima de todo nuestra preocupación por la seguridad y el cuidado del pelotero, eso no va a cambiar''.

¿Podrá el pelotero cubano elegir su agente, elegir su destino por encima del gobierno?

"Todavía no hemos llegado tan lejos. La preocupación inicial es que vengan los peloteros de manera segura si podemos trabajar con los gobiernos y las Mayores para buscar un terreno común en eso. Luego podremos tener una conversación mayor sobre otros temas''.