Si algo me ha quedado claro en esta profesión, es que no soy quien para evaluar a un manager de béisbol, pero sí para comentar u opinar sobre sus decisiones. Lo mismo sucede con los atletas. Nunca diré: "Fulano es pésimo en tal posición", aunque no pocas veces he expresado: "¡qué mal estuvo anoche a la defensa!," como también otras tantas he reconocido: ¡qué bien lo hizo con el guante!

En el caso de los primeros, mis opiniones me han generado unos cuantos encontronazos —aclaro— "encontronazos" solo en el campo del diálogo con los que, a veces, de manera errada, se consideran ofendidos porque alguien, de manera pública, no está de acuerdo con determinada jugada táctica o estratégica.

A pesar de estas disquisiciones, me declaro defensor a ultranza de los directores de equipos. Son los más vilipendiados si de derrotas se trata. Con frecuencia los juzgan solo después de que una decisión suya no dio los resultados esperados. Más de una vez he dicho que admiro a aquellos que no dirigen pensando "en las gradas o en el qué dirá la prensa". Y Roger Machado es uno de ellos.

Mario Vega, uno de sus asistentes —y por demás amigo personal desde sus tiempos de atletas—, en cierta oportunidad me confesó: "Lo que más admiro de Roger es que no vacila para tomar decisiones cruciales, de esas que uno sabe por adelantado que, de no salir como se espera, las críticas serán por millones."

Por tal motivo es un placer ahora conversar con Roger Machado a solo horas del inicio de la LV Serie Nacional de Béisbol.

—He escuchado a los especialistas afirmar que Ciego de Ávila es el favorito para llevarse de nuevo el título. ¿No genera más presión en el equipo?

—En los últimos mítines que he tenido con los muchachos he insistido en eso y les he confirmado, incluso, que tienen razón los que así piensan, pero que si salimos al terreno creyendo que ya todo está hecho, entonces sí que esa "presión" de la que se habla nos hará daño. Porque es verdad que, posición por posición, cuando uno hace comparaciones con otras escuadras, es evidente que tenemos mejor balance. Mas bien sé que uno no puede hacerle mucho caso a eso.

“Los juegos de pelota no se ganan por los 'nombres' que tu tengas repartidos en la alineación, sino por lo que haga cada jugador. En la historia de nuestras series nacionales algunos 'trabucos' no han podido demostrarlo luego en el juego diario. Yo no les digo a ellos qué debemos vencer "de sí porque sí", lo que les pido es que si perdemos sea, sencillamente, porque no pudimos ganar y no porque sobrestimamos nuestras fuerzas. Para mí hay dos cosas malas en cualquier deporte: estar perdido antes de comenzar y creerse ganador sin aún competir.

—¿No te parece que Osvaldo Vázquez ya está apto para asumir la responsabilidad de cuarto bateador?

—Claro que lo pienso. El muchacho ha demostrado que puede batear mucho en esta pelota y me satisface no solo su mejoría al bate, sino, también, a la defensa. Sin embargo, hay dos detalles que debo aclararte. El primero, que hay bateadores que pueden afectarse si se les cambia de su turno habitual, y que no hay que apurarse con el muchacho. No obstante, repito, él sí tiene condiciones para ser ya cuarto bate.

—Y sigo con los "no te parece"... ¿podrá Luis Robert ser el titular de uno de los jardines en esta temporada?

—No sé el porqué de tu pregunta, porque ya desde el pasado año él tuvo sus oportunidades, lo que sucede es que, en ocasiones, es preferible que un muchacho tan joven, al atravesar un breve slump ofensivo, no es prudente mantenerlo en juego. A veces, se cree que se desarrolla más un pelotero nuevo obligándolo a situaciones tensas y eso, por lo general, les hace muy mal en el aspecto psicológico para el resto de su carrera deportiva. No tengo dudas: Robert está listo ya para mayores empeños.

—A propósito de la venidera Serie del Caribe, en República Dominicana, he conocido que prefieres competir con la base de Los Tigres y con refuerzos que estén en óptimas condiciones. ¿No crees que eso contradiga en algo la línea que trazó la Dirección Nacional de Béisbol en la anterior cita?

—Es solo mi opinión y algo que defenderé llegado el momento. Aclaro que no es renunciar a los refuerzos, porque los equipos que asisten allí también lo hacen, pero deben ser peloteros que estén en su mejor forma deportiva. Ya te digo, no me gusta "casarme" con los nombres. Y si quieres un ejemplo, ahí está el caso de Rudy Reyes, que entró en el equipo Cuba a última hora por la ausencia de Yulieski Gourriel. No creo que existan dudas en la diferencia de calidad de uno y otro, pero lo que sí te puedo decir es que a Rudy no se le podía lanzar en Toronto.

—Y termino retomando lo de la "presión", a propósito de lo que opinan muchos de que Ciego de Ávila es el equipo a derrotar. ¿No influirá en Machado la obligación de ganar?

—No, no, no... ni yo ni el equipo estamos obligados a ganar. Nosotros sí estamos, si se quiere, obligados a jugar bien. Y lo otro, lo de la "presión", solo te digo que quien no pueda soportarla que se olvide de jugar o dirigir béisbol.