Quiero empezar diciendo que soy fan de Pinar. Es cierto que no hubo remontada, solo hubo igualada. También es cierto que fue una igualada inédita pues nunca un equipo después de perder 3-0 había ni tan siquiera ganado 2 partidos y pinar logro ganar 3. Eso es otro punto que hace que me sienta más orgulloso de mi equipo de lo que siempre he estado. Si recordamos, como dijo Saavedra anoche, cuando empezó la serie pinar tenía el 40% de sus hombres claves fuera; 43,75 si contamos a Urquiola y nadie o casi nadie lo daba como clasificado entre los primeros 8. Si tenemos en cuenta eso, un segundo lugar y después de remontar a Matanzas en su terreno y de igualar un 3-0 adverso, es un muy buen resultado. Pero por lo menos a mí me queda el mal sabor de la derrota, siempre me queda, más cuando se perdió de esa forma. Ese pinar no se parecía al que disputo los restantes 13 juegos de este play off. La igualada de pinar quedó en las estadísticas pero no en la historia porque sencillamente no ganó. No me canso de mencionar a Billy Beane en la película Mony Ball: “Si pierdes el último juego de la temporada, a nadie le importa”. El 24-0 de Pinar a Industriales es tan sonado no por el 24-0 en si, sino por el 3-0, porque en esos cuartos de finales Pinar gano el primer juego 24-0 pero después gano los otros dos y al final le ganó a Industriales esos cuartos de finales 3-0. Si hubiera ganado Industriales, el 24-0 servía para las estadísticas pero no para la historia. La historia lo que va a decir es que Ciego entró al selecto club de los equipos con dos SN consecutivas ganadas (es el 6 que lo logra) y que Roger entro al también selecto club de manager con 3 títulos. Muchas felicidades a los avileños y, porque no, también a los pinareños. Sus triunfo sobre Matanzas y las tres victorias ante Ciego sirvió para callar bocas y para que esta provincia sienta un poco más de orgullo por esta gran equipo, si es que es que cabe más orgullos en nuestra historia beisbolera.