Como si no bastara la polémica creada por una nueva rotura del ómnibus azul, que obligó a efectuar una doble jornada dominical ganada por Las Tunas, el tercer choque de la subserie debió ser pospuesto luego de que el elenco capitalino alegara dolencias estomacales que alcanzaron a 21 de sus jugadores.

El cruce de versiones comenzó en las redes sociales, cuando al menos un miembro de la delegación visitante aseguró que integrantes de "ambos equipos", e incluso del colectivo arbitral, se encontraban afectados. La afirmación quedó rápidamente calificada, cuando menos de inexacta, pues el equipo de Las Tunas en pleno se encontraba calentando en el estadio Julio Antonio Mella, a la espera de un rival que nunca llegó. Ningún jugador tunero presentó síntomas, a pesar de haber consumido los mismos alimentos, lo cual refuerza la teoría de que la Enfermedad de Transmisión Alimentaria (ETA) podría haberse producido durante el viaje desde La Habana hasta el Balcón de Oriente.

La otra divergencia estuvo en las cifras. El doctor Francisco Aguilar Román, médico del conjunto de Industriales, aseguró a la televisión local que "a partir de horas de la madrugada (del lunes) distintos miembros del equipo y de la dirección amanecimos con muchos cólicos, dolores abdominales y diarrea. Hemos tenido varias deposiciones, en muchas ocasiones".

El galeno azul evitó ofrecer algún número, pero la comitiva visitante aseguró a las autoridades del béisbol presentes en la sede que este ascendía a 21 personas con el padecimiento. Sin embargo, un equipo de investigadores asistió de inmediato al hotel Las Tunas y solo pudo confirmar la existencia de cinco casos, entre ellos el médico, el receptor Frank Camilo Morejón, el mentor Rey Vicente Anglada y otros dos atletas cuyos nombres no fueron develados.

A pesar de que la doctora Aurora Bruquet Milanés, directora del Centro Provincial de Medicina Deportiva, fue muy clara en cuanto a la cifra de cinco personas, el Noticiero Nacional de Televisión, en su emisión de este lunes, dio por buena la versión del elenco capitalino; al tiempo que algunos sitios abiertamente proindustrialistas hablaron de "escándalo", "envenenamiento estomacal" y continuaron difundiendo la equivocada hipótesis de que "peloteros de ambos equipos presentan problemas estomacales serios", apelando a información obtenida de "fuentes" que obviamente estuvieron muy lejos de ser contrastadas.

En un medio como Cubadebate, que se supone neutral y abanderado del periodismo cubano en la Red, se habló igualmente de "Leones diezmados" y se aseguró que por "afectaciones estomacales de más de 20 de sus peloteros, al parecer por una comida contaminada, los Leones de Industriales no pudieron asistir al duelo con los Leñadores tuneros".

El discurso un poco victimista llegó al punto de que, tras el holgado resultado de hoy, los titulares explotaran de euforia y resumaran una épica un poco traída por los pelos. En definitiva, los actuales campeones de Cuba repitieron la dosis de hace unas semanas en el parque Latinoamericano y se llevaron la subserie ante los Leones. "Con peloteros vomitando en pleno juego, Industriales apalea a Las Tunas", afirmaron. El mismo término (apalean), aunque bastante ajustado al amplio resultado conseguido por los Industriales, fue utilizado por Cubadebate.

Pero más allá de disquisiciones semánticas, lo cierto es que la tropa de Rey Vicente Anglada regresa a La Habana con otras dos derrotas que le mantienen en el último lugar de la tabla de posiciones, a 7,0 juegos completos del líder, con balance de 32-30. Las Tunas, por su parte, se ubica cuarto con 36-27, a 3,5 rayas del primer lugar que ocupan los Toros de Camagüey (39-23)