Desde hace días tengo en mente hacer mis comentarios sobre béisbol, a propósito de la reanudación de la 57 Serie Nacional, este viernes en diferentes estadios del país. Los líderes pinareños rivalizarán con Villa Clara, en sus predios.

Me parece totalmente descabellada la iniciativa de sacar la temporada cubana de la etapa invernal. Nada justifica la decisión, que hasta este momento solo ha generado un contingente de problemas.

Los directivos argumentan que los cambios son para adaptarnos al calendario competitivo internacional. No creo lo contrario, es verdad, pero hasta el momento se han convertido en punta de lanza contra nuestro primer pasatiempo.

Desde hace rato defiendo la hipótesis que dice –lo mío primero-. En buen cubano, aprende la lección -lo tuyo después-. En la Isla parece esto no lo tienen claro los directivos, que interrumpen la temporada ante la más mínima eventualidad:

Pero vayamos al punto clave del comentario. Poner a derretirse en los terrenos a nuestros peloteros, en estos meses veraniegos, eso no tiene nombre. Señores, he visto atletas y hasta árbitros, con fatigas, algunos han tenido que ser reemplazados.

Lluvias, altas temperaturas y fenómenos climatológicos de gran envergadura, son una permanente amenaza en esta etapa, que Cuba escogió para desarrollar su liga.

Estamos a tiempo de revertir una iniciativa sin éxito hasta el momento. Somos dueños de nuestro beisbol y de nuestras decisiones, por favor que regrese la pelota a la etapa invernal, será mejor para todos.

No vale la pena sacrificar las series nacionales y todo lo que hemos logrado, en materia de pelota, con estos descabellados cambios.

Si todo sigue por donde va terminaremos sepultando el primer espectáculo de Cuba, el que más disfruta el pueblo .