Lo dejaron sin hogar en la pelota de Grandes Ligas y se construyó una casa en Japón. Dayán Viciedo conquistó el título de bateo en la Liga Central de la pelota profesional nipona y reafirmó el buen momento que viven los peloteros cubanos en la nación asiática.
El slugger de Villa Clara finalizó con promedio de bateo de .349 y se convirtió en el primer antillano en ganar la corona de bateo, lo cual lo avala para ir por el premio de Jugador Más Valioso en la Liga Central.

Viciedo, que llegó con anchas credenciales a las Mayores y jugó cinco temporadas con los Medias Blancas, fue líder en imparables con 178, segundo en impulsadas con 99, quinto en anotadas con 91.

Con un porcentaje de slugging de .557, uno de embasado de .421 y un OPS de .978, Viciedo ha demostrado en esta contienda, más que nunca antes, lo completo que es como bateador.
A pesar de que en dos ocasiones rebasó los 20 cuadrangulares y en tres temporadas conectó 14 o más bambinazos, Viciedo nunca fue bien visto del todo en las Mayores.

De cierta manera, siempre surgían dudas sobre su capacidad para imponerse a largo plazo, cuando otros jugadores de igual o peor producción continuaban en Grandes Ligas sin las sombras de tantas dudas y comentarios.

Viciedo afirma que la mejora en su rendimiento global se debe al trabajo del legendario Omar Linares, quien labora como entrenador de bateo de los Dragones de Chunichi.

En tres temporadas en tierras niponas, el primera base conecta para .297 con 54 cuadrangulares y 208 impulsadas.

En la carrera por el premio de Más Valioso, Viciedo enfrentaría la competencia de los japoneses Seiya Suzuki (.325), Yosihiro Maru (.310) y el boricua Neftali Soto (.309).