Ante la presencia de Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, autoridades deportivas del INDER, del Gobierno en la capital, funcionarios de organizaciones de masa y pueblo en general, en horas de la noche de ayer se efectuó en la Catedral de la Habana, una misa en honor a Industriales, tras su reciente derrota ante Las Tunas en predio de los leñadores y en la cual Silvio Rodríguez tuvo las palabras de clausura.

Durante la misa, Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez dijo que a pesar de que el Altísimo no los acompañó en esta ocasión, y decidió con su gracia divina y benevolencia beneficiar a los Leñadores, nunca dejó de enviarles señales del cielo.

“Dios desde el cielo, sí, pero el hombre es el que obra en la Tierra. Ustedes tuvieron en sus manos, bates y guantes la responsabilidad. No todo se lo podemos dejar a un solo hombre, y no hablo de Víctor, que no es divino, y tampoco es mago,” dijo el Monseñor.

“Eso sí, elogio mucho la fe que pusieron en la victoria, aunque en el último encuentro como que les faltó un poquito, o acaso la dejaron toda en los primeros; pero no importa, se hizo lo que se pudo. Hay fuerzas poderosas que impidieron vuestra coronación, y contra la voluntad del Señor, no hay nada. Ni siquiera el diablo,” terminó diciendo.

En este punto, fue Silvio quien levantó la mano – porque dejó su guitarra en casa – y dijo que pronunciaría unas palabras en honor a Víctor Mesa, a quien considera un formador y maestro.

Silvio Rodríguez habló en la Misa que se ofició en la Catedral de La Habana por la derrota de Industriales
“Siempre que se hace una historia se habla de un viejo de un niño, pero mi historia es difícil; no voy a hablarles de un hombre común,” dijo el poeta.
“Siempre que se hace una historia se habla de un viejo de un niño, pero mi historia es difícil; no voy a hablarles de un hombre común,” y al rato continuó diciendo en referencia al hecho de que Víctor ha probado ya suerte con tres equipos, y aún no se ha coronado campeón.

“Fue de planeta en planeta buscando agua potable, quizás buscando la vida, buscando la muerte, eso nunca se sabe.”

Al referirse al último partido en que fueron derrotados por nocaut los leones, Silvio dijo que Víctor “sintió en su cabeza cristales molidos”, y que en el momento que se retiró del dugout con destino hacia el Hotel Las Tunas él lo vió irse “entre humo y metralla, contento y desnudo.”

“Lo más terrible se aprende enseguida,” precisó Silvio entre vítores.

“Víctor es un ser de otro mundo, un animal de galaxia,” remató el poeta.