Con todo el respeto que merecen los miembros de la Comisión Nacional de Béisbol y mis colegas de la prensa, no concuerdo con su selección para el Juego de Estrellas.
En Occidente, la injusticia abrió trillos en la receptoría. Lo creo firmemente: ni Vladimir García ni Lorenzo Quintana podían desplazar del equipo a Yenier Bello…

Para mí, la elección del pinareño es un misterio. En tanto, reconozco que el veterano pinero descuella por su astronómico average de .366, pero cinco jonrones no colman las expectativas inherentes a los cuarto bate. Y para colmo, el hombre apenas se ha desempeñado detrás del home plate.

Bello, en cambio, ha pasado con sobresaliente el examen defensivo, y aventaja por la clásica milla a sus rivales en indicadores clave como jonrones, total de bases, slugging e impulsadas, además de recibir menos ponchetes.

Seguramente, la exclusión de Yoandri Urgellés levantará ronchas enormes. Se trata del mejor bateador zurdo del país -tómese en cuenta que Cepeda es ambidextro-, pero no es menos cierto que los puntos que le saca a Liván Monteagudo en promedio y anotadas, el espirituano los descuenta en jonrones y slugging.

Así pues, me parece que el voto favorable a Monteagudo pudo haberlo determinado la escasa aparición del capitalino en los jardines. Lo he escrito con anterioridad, y ahora insisto: Urgellés necesita desempeñarse al campo, so pena de que sus posibilidades de acceder al team Cuba se reduzcan lamentablemente.

Hasta cierto punto, ello es comprensible. Lo inaceptable es que a un partido estelar se lleve a un solo inicialista por escuadra, puesto que a fin de cuentas, los encargados de esa posición son los reyes de la estaca, y un encuentro sin cuadrangulares es como un juego de fútbol sin goles, o como un sábado sin sol.

¿Adónde voy con esto? A que William Saavedra (AVE .328, HR 14, SLU .602, CI 46) ha sido uno de los motores que ha colocado a Pinar en la primera plaza del oeste, y de ningún modo podía quedar fuera para facilitar la entrada de Erisbel Arruebarruena, el torpedero más espectacular de esta pelota, pero prácticamente inocuo con el madero al hombro (AVE .256, HR 3, SLU .427, CI 24).

Dicho en pocas palabras: para un solo desafío, un short stop (Dunier Serrano) era más que suficiente.

Y en cuanto al pitcheo -donde una lesión apartó de la convocatoria a Miguel Alfredo González- no comprendo la ausencia de Yadier Pedroso. Y lo digo porque el factor esencial para determinar la calidad de un lanzador no son los juegos ganados -Pedroso anda por dos-, sino su efectividad (¡1,13!), además del average contrario (¡.174!) y los ponches que receta (33).

De modo que el pinareño Reinier Verano, a pesar de tener cinco triunfos sin revés, no cabía en la selección, pues le batean .291, cede en estrucados (23), y exhibe un PCL de 4,11 que, inclusive, es superior a la media de su equipo (4,08).