La aguerrida tropa de Rey Vicente Anglada sigue con los bates hirviendo y derrotó por segundo día consecutivo a los toros camagüeyanos, esta vez con marcador final de 8 carreras por 3, adueñándose de la primera posición del torneo, gracias a la derrota de los tigres de Ciego de Ávila, otra vez picados por los gallos espirituanos.
Los leones no creyeron en prospectos de velocidades supersónicas y marcaron cinco veces ante los envíos de Yosimar Cousin (1-3) en la tercera entrada, sacándolo de la lomita. Un doble de Yordanis Samón (5-2) y un triple del máscara Oscar Valdés (2-1) con los ángulos congestionados, fueron las conexiones claves en ese capítulo. En esta jugada el árbitro de tercera base, Blas Guillen, expulsó al muchacho del Cerro ante una seguidilla de gestos obscenos provocados por el calor del momento que amenazaban con caldear, el ya saturado ambiente reinante en el Cándido González.
La ofensiva capitalina disparó 14 incogibles. Stayler Hernández (4-2), sacó la mizuno del parque, mientras Alexander Malleta, Javier Camero y Andrés Hernández, también se anotaron una pareja de hits per cápita.
El partido lo ganó Eddy Abel Garcia (3-0), reponiéndose de un primer capítulo donde regaló tres boletos y lanzó 39 veces para el home plate, pero luego completando 5 entradas de actuación a ritmo de 9 ponches sin permitir carreras. Su relevo, Brian Chi, no pudo evitar que el torpedero rival, Yandy Yanes, le conectara un cuadrangular con dos a bordo en la séptima entrada, únicas anotaciones de los muchachos de casa, y Jose Pablo Cuesta cerraba de maravillas, permitiendo solo un imparable a los nueve toros que enfrentó.
De esta manera, los Industriales llegan a la cima acuñando la famosa frase de su experimentado timonel cuando dice que no hay nadie imprescindible, por cada ausencia o lesión, por importante que parezca, sale alguien desde la oscuridad de la banca, recoge la bandera del suelo, y la planta en el medio de los territorios contrarios. Eso es estirpe. Nos vemos en el estadio.
Por: Boris Luis Cabrera Acosta