Tomado (Juan Vené en la Pelota)

Nadie puede asegurar que el beisbol profesional regresará a Cuba, ni siquiera Fidel y menos Raúl Castro. Pero hay un entusiasmo así de grande, gracias a lo que tratan en la Habana y en Washington.



Hay millares de personas interesadas en el deporte-espectáculo de la isla. Y la mayoría piensa que el sueño de Bobby Maduro, interrumpido hace 56 años, está más cerca que nunca. Bobby, propietario de los Habana Sugar Kings, había llevado su equipo desde clase A hasta tiple A, y lo tenía todo planificado hacia la solicitud de la franquicia Mayor para la capital cubana. Por eso hizo popular su slogan de “UN PASO MÁS Y LLEGAMOS”.



Economistas internacionales consultados consideran que La Habana podría llegar a ser, económicamente, mejor sede que la de los Blue Jays, Toronto, en Canadá. Porque el dólar canadiense se ha mantenido por años con 20 centavos por debajo de cada dólar de Estados Unidos, y el peso cubano llegó a tres centavos sobre el dólar USA desde 1940 hasta 1959.



Peo el sueño de unos cuantos cubanos va más allá de un equipo de Grandes Ligas. Desean que además funcione una liga en las ciudades de provincia “aún cuando sea de las menores”.



Esa idea surge a bordo de la experiencia vivida durante décadas en todo Cuba con su serie nacional, la cual, aún cuando se le califica de pelota aficionada, debe considerársele de calidad apenas puntos más abajo que la del beisbol invernal.



El problemas de difícil solución en Cuba no es la calidad del beisbol, porque además de lo bien que juegan los cubanos, llevarían peloteros de otras partes. Lo grave allá es acostumbrar a la gente a pagar boletos para entrar a los estadios y que haya anunciantes suficientes para radio, televisión, vallas y souvenirs.



Las Grandes Ligas son un negocio multimillonario. Solo la franquicia costará unos 500 millones de dólares… Digo, ¿no?

chinosacuba.com… Los multimillonarios chinos que hace meses persiguen una posibilidad de adquirir cuatro franquicias de Grandes Ligas, buscan ahora los dejen financiar la de a Habana. Es lo que me dijeron ayer los voceros de esos inversionstas. Pero se necesita tiempo para volver a los cubanos a la vida capitalista.