Este artículo contó con la colaboración de Israel Leiva Villegas, periodista de Granma

Este fin de semana los Leones de la capital, después de caer un par de veces ante las Avispas de Santiago de Cuba en su propio feudo del Latinoamericano, fueron “expulsados” de la zona de clasificación por primera vez desde que comenzó esta temporada.

No fue una sorpresa. Los aficionados, aferrados a su pasión y a su fe inquebrantable por este equipo de las letras góticas en el pecho, sabían que esto podía suceder en cualquier momento al ver su tropa diezmada por lesiones y no sentir ese empuje que los caracteriza en el terreno de juego.

Salir derrotados en siete de sus últimos diez desafíos es un resultado doloroso pero predecible, cuando se planta combate con los rivales sin apoyo de muchos de sus principales hombres en el campo, algo que sin dudas quiebra la motivación grupal y es un lastre para la carrera hacia el mundo maravilloso de la post-temporada.

"El ánimo de los jugadores no es el mejor, pero quiero aclarar que no hay problemas internos en el equipo, todos tienen la mejor disposición de jugar, aunque el objetivo principal de ganar no lo estamos alcanzando", declaró el mentor Guillermo Carmona en la conferencia de prensa de este domingo.

Los aficionados han estado expectantes mientras prenden velas a los dioses beisboleros para que se incorpore “la caballería” y les piden a sus santos que el equipo de sus sueños resista hasta que esto ocurra. Sin embargo, la espera se va haciendo larga y la Serie Nacional avanza con rapidez aproximándose a su segundo tercio de competencias, mientras son “bombardeados” desde varias direcciones.

El parón por el Juego de las Estrellas parecía una tregua perfecta para que algunos de sus peloteros lesionados se recuperaran, pero pasó esa larga semana y las cosas siguen igual en el “hospital de campaña” que tienen montado los Azules en la retaguardia.

"Para nosotros hubiera sido positivo esta parada porque daba pie a que se recuperaran nuestros lesionados para cuando se reanudara la serie, pero cuando regresamos a La Habana no había sucedido de esta manera, los lesionados se encontraban en la misma condición que cuando partimos, no había mejorado nada", dice Carmona.

"Se tomaron medidas, se sustituyó al médico que los trataba, pero continuamos con muchos problemas de lesiones y eso repercute en los resultados", agregó.

Mantener en el roster a peloteros como Yosvani Peñalver y Alberto Calderón y la baja del “Torito” Barcelán hasta el partido 60, son temas calientes en las redes sociales que muchos aficionados no logran comprender. Carmona, por primera vez, ofreció declaraciones al respecto:

"Considero que hubo un mal trabajo en el aspecto médico con los jugadores lesionados. En un momento le dimos baja a Barcelán por indicación del cuerpo médico. Sin embargo, él podía jugar, porque incluso ya estaba entrenando, mientras que Calderón y Peñalver, que no pueden disputar partidos, se mantienen en la nómina. Repito, no se hizo el trabajo de manera correcta con esa situación".

Por otra parte, el caso de Andrés Hernández también motivó comentarios del manager capitalino, a todas luces molesto con el trabajo de su antiguo equipo médico.

"Cuando fuimos a los eventos del Juego de las Estrellas se nos dijo que estaría listo para el martes 10, pero cuando regresamos ahora, se mantiene en la misma condición", se lamenta.

"Hay cosas que no están funcionando bien con la recuperación de los jugadores, pero nosotros siempre salimos a dar la cara ante las adversidades", afirmó.

Otra de las bajas sensibles dentro de la alineación regular es la del máscara Frank Camilo Morejón, el hombre que dirige la “orquesta” detrás del plato, lesionado también en una de sus rodillas cuando trataba de atrapar un elevado de foul detrás de su posición.

"Frank lleva más tiempo de recuperación pero él tiene su carácter y esto lo lleva a sufrir este período de inactividad. Si nosotros lo dejamos él juega así mismo con la rodilla lastimada. Ese es un “salvaje”", acotó el directivo.

Carmona, sin ánimo de justificaciones pero con una realidad ante sus ojos que le está golpeando, se mantiene optimista como todo buen líder, pero sin dudas su estrategia más positiva es esperar y resistir a toda costa los embates, mientras reza por una reacción de sus jugadores sustitutos.

"Nosotros seguimos buscando variantes pero tenemos un line up muy corto, después del quinto bate se nos acaba y tenemos que estar prácticamente improvisando", comenta.

"Tenemos de titulares a muchachos que son muy nuevos, no queremos que el peso de la culpa recaiga sobre ellos porque están haciendo un gran esfuerzo y en ocasiones se enfrentan a situaciones de juego para las que no están preparados", agrega.

Los aficionados saben que jugar para un equipo como Industriales es una tarea difícil y no todos se adaptan. Formar parte de un conjunto de tanta historia que todos quieren vencer y estar en el centro de las miradas de un país entero, es como caminar sobre un campo minado.

"Son atletas con pocas series, con poca participación. Algunos son novatos y el uniforme de Industriales pesa. Hay atletas de la capital que juegan en otras provincias y en La Habana no hacían el grado en Industriales, sin embargo allí batean más de 300 y su rendimiento es mayor. Me preguntan por esos peloteros y siempre respondo que el que no está es porque aquí no tuvo el rendimiento suficiente", afirma.

Ahora mismo Guillermo Carmona y toda la dirección de los felinos están en el punto de mira, y como siempre sucede en el deporte, en especial en el béisbol, pagan las culpas cuando no llegan las victorias esperadas.

Sin embargo, sentados en el banco de la experiencia mientras deshojan con calma las dificultades que los envuelven, siguen optimistas y mantienen la bandera azul ondeando y bien plantada en el campo de juego.

"Nos cuesta mucho trabajo hacer las carreras pero seguimos trabajando, eso es lo importante. Nos mantenemos con la misma intensidad en el trabajo y no perdemos la esperanza, tenemos la convicción de que vamos a clasificar", concluye.