Los rumores sobre un posible acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes Ligas en torno a un contrato para Yulieski Gourriel se niegan a morir en La Habana, pero no tienen mucha vida en Nueva York.

John Blundell, director de relaciones públicas de las Mayores, indicó en un correo electrónico a El Nuevo Herald, que todo lo relacionado con Gourriel y su organización "es solo eso, un rumor''.

Recientemente, el club donde militaban Gourriel y su hermano Lourdes Jr., el Yokohama, dio por terminado un contrato de $3 millones, lo que levantó una ola de especulaciones sobre los motivos para poner fin a un pacto que en cualquier parte del mundo, pero sobre todo en Cuba, es una fortuna.

En una escueta y tardía declaración, la FCB culpo a lesiones que demoraban en sanar por la cancelación del acuerdo, pero muy pocos aficionados quedaron satisfechos por esta explicación.


Gourriel tenía previsto unirse al Yokohama a fines de marzo, a días después de la eliminación de Industriales de los playoffs de la Serie Nacional, pero ese encuentro nunca se produjo.

Como si fuera poco, Gourriel, quizá el pelotero más visible del momento en la Isla, expresó en La Habana al sitio en la red Yahoo Sports que le encantaría jugar para los Yankees y que su jugador favorito era Alex Rodríguez.

"Este es la aspiración de todos los peloteros, jugar al más alto nivel en el mundo'', apuntó el infielder de 30 años. "Estamos listos para cuando [las autoridades] digan que tenemos permiso para jugar''.

Mientras continúan las especulaciones en torno a Gourriel, sí quedó claro que la ruptura de su pacto no afectará los actuales contratos de otros que sí juegan o jugarán en el futuro en la liga profesional japonesa, como el de Alfredo Despaigne por dos temporadas y una cifra garantizada de $4.1 millones con el Chiba Lotte.

Su salario resulta un incremento sustancial de los $700,000 que ganó en la campaña pasada y todavía muy por encima de los $450,000 que los Dragones de Chunichi le pagán al cubano establecido en República Dominicana, Raúl Valdés por una contienda.

Gourriel y Despaigne fueron dos de los cuatro peloteros autorizados por la isla a jugar en la liga profesional de Japón, al lado de Frederich Cepeda y el lanzador Héctor Mendoza.

Cuba autorizó en 2013 a los peloteros a firmar con clubes extranjeros –previa acuerdo con la federación y siguiendo una serie de lineamientos-, marcando el regreso de Cuba al deporte profesional que había sido abolido en 1961.

Peloteros de la isla también participaron la Liga de México, como el caso del propio Despaigne, quien vistió el uniforme de los Piratas de Campeche, conjunto que después lo suspendió de forma permanente tras confirmar que fue inscrito con un pasaporte dominicano falso.

Con el equipo mexicano bateó para .346 en 20 partidos, con cinco cuadrangulares y 15 carreras remolcadas, pero hasta el día de hoy el extraño caso del pasaporte de Despaigne no ha sido aclarado del todo.

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