Por: Joel García

Hace solo una semanas había comentado sobre la posible integración del equipo Cuba de béisbol a los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Con total franqueza expresé que casi estaba seguro que se apostaría a la base del conjunto que estuvo en el Clásico Mundial. La conferencia de prensa de este martes en el estadio Latinoamericano así lo reafirmó, solo que hay alertas dichas a tiempo que, por suerte, no se las lleva el viento.
Abogamos hace unas semanas por no excluir a veteranos que se lo merezcan con su rendimiento en perfecta unión con otros peloteros que han sido muy subestimados por muchos años como Yasniel González o Yunieski García. Ahora se llamó al holguinero Yordan Manduley (quizás el único de esos veteranos a quien no se le dio el tiro de gracia porque no tenemos un segunda base hoy mejor que él) y se llamó finalmente a los mencionados de Mayabeque y Artemisa, respectivamente.
Sin embargo, más allá de la polémica que siempre generan las integraciones, la alerta peligrosa que dejó esta nómina, al menos para este periodista, es la subestimación a muchos que juegan de sol a sol la Serie Nacional, con limitaciones duras en lo alimenticio y otras condiciones, para privilegiar jugadores con escasa presencia en la misma o que están contratados en el exterior.
Eso sin contar que en el área del pitcheo al menos dos casos fueron bien debatidos por la prensa especializada (Miguel Alejandro Neira Mendoza y Jonathan Carbó), en tanto parece repetirse la fórmula de apostar por jugadores que no hemos evaluado totalmente su desempeño en las ligas profesionales donde están (los casos de Raico Santos y Yunior Ibarra), como si lo visto con Yoennis Céspedes y otros jugadores en el pasado Clásico no fueran suficiente enseñanza.
No estoy en desacuerdo con la maestría de algunos jugadores convocados ahora, pero no vamos a un evento con un nivel de calidad ni por asomo cercano al Clásico Mundial, Premier 12 o Serie del Caribe. Y se puede entender que la base de la formación parta de quienes se vinieron preparando desde diciembre para el Clásico o fueron excluidos en el último corte final. Pero la conjugación con otros nombres destacados en esta Serie Nacional deja un hueco de dudas que ni siquiera regresar con el título lo podrá llenar completamente.
Siento que estamos mandando un mensaje muy contradictorio a quienes juegan la Serie Nacional, pues hay algunos peloteros que con apenas 15 juegos jugados de los 70 efectuados hasta la fecha vuelven a vestir las cuatro letras. ¿Es que en realidad son tan vitales? ¿Se puede jugar tan poco, marcar la tarjeta (como dicen algunos) y con eso ser suficiente para ir a un equipo Cuba? ¿No se parece eso, para aquellos que hablan de conformación diferente a lo que pasaba en el pasado, a los tiempos en que muchos peloteros no rendían del todo en la Serie Nacional, pero luego lo hacían en los entrenamientos del equipo Cuba y entraban en la selección nacional por sus nombres "intocables"?
Sin querer ser absoluto, pero con verdades que están sobre la piel, o mejor sobre esta nómina a tierra salvadoreña, siento que estamos enviando un mensaje clarito clarito: el rendimiento en la Serie Nacional poco importa si tenemos jugadores en ligas profesionales (lo cual no debe ser sinónimo proporcionalmente de que sean mejores a los de aquí). ¿Qué estímulo realmente queda para esos jugadores de casa? ¿Ser campeón únicamente por amor?
No resulta nuevamente válido, como gustan defender algunos especialistas, comparar lo que pasa en otras ligas de béisbol del mundo a la hora de conformar un equipo nacional. Todos sabemos que allí imperan conceptos de otros tipo, especialmente un salario que cubre necesidades económicas y por tanto, a veces no es ni siquiera interés para un pelotero estar en una selección nacional, algo que no pasa en nuestras campañas, donde el jugador aspira, sueña y es un aliento llegar a un equipo Cuba, donde algunas necesidades económicas sí se resuelven. Esa es una verdad dura, pero real y que cuenta,
Reitero que para armar un equipo competitivo de Cuba hoy a eventos de primer nivel tendremos que acudir a los peloteros con mayores competencias profesionales en ligas foráneas y lo mejor de nuestra liga. Pero para unos juegos regionales las oportunidades son ideales para probar y estimular a la vez nombres como el espirituano Yankiel Mauris, el camagüeyano Luis Antonio González, al pinareño Erlis Casanova o el granmense Alexquemer Sánchez, por solo citar cuatro nombres de notable rendimiento.
Todo lo anterior sin contar el caso de Yasmani Tomás, que según explicó el Comisionado y Presidente de la Federación Cubana, Juan Reynaldo Pérez Pardo, solicitó no estar porque el 23 de junio debe viajar a un tema personal al país donde reside. ¿Si no hubiese sido así Avilés o Yasniel sobraban, sí o no?
Siento que la dirección del equipo, con Armando Johnson al frente nuevamente, ha apostado a lo seguro, a lo que ya conocen y a la maestría de una base con la que vienen trabajando hace meses. Eso es válido, respetable y ojalá que el dividendo final sea lo que Cuba desea: recuperar el título. No habrá excusas o explicaciones posteriores que puedan darse si no se consigue.
Luego de San Salvador vendrán unos play off entre los ocho primeros que seguramente volverá a llenar los estadios y traerá emociones. Pero la reflexión de este post y este comentario es uno solo: Un equipo Cuba más para una Serie Nacional tomada en cuenta esta vez mucho menos que otras ocasiones.
Respeto todos los criterios y opiniones que pueda generar este post. Nunca presumo de verdades absolutas, pero lo dicho aquí no tiene una mentira. Solo la realidad.