Foros / Serie Nacional de Béisbol
¡Cuidado con los refuerzos que pueden ser arma de doble filo!
La selección de los refuerzos para una fase final de campeonato en Cuba siempre ha sido un tema muy polémico, los directores de equipo hacen fiesta, por arte de magia pueden solucionar problemas que tardarían años en resolverse, de un golpe encuentran la cura en posiciones al campo que mueren de cánceres terribles o resuelven las prótesis para cojos en sus respectivos cuerpos de lanzadores.
De la noche a la mañana un director de equipo puede encontrarse un tesoro debajo del mar, un botín que se desborde con líneas centrales o bateadores impulsadores de carreras. Los refuerzos oxigenan de aire limpio a una alineación con baches y de un plumazo, transforman espinas en olorosas flores. Pero hay que tener mucho cuidado con los refuerzos, pues ellos pueden también ser la piedrecita que detiene los engranajes perfectos, un arma de doble filo, un agravante, una bomba de tiempo suicida dentro de un colectivo.
No hablemos de rápidas adaptaciones, de sistemas de entrenamiento diferentes, ni de subjetivismos provinciales, hablemos de mecánica grupal, de celos deportivos y de jugadores que aportaron un grano de azúcar a las victorias de su conjunto, que serán relegados, que serán olvidados en el banco de suplentes o desechados en el peor de los casos como algo sucio y maloliente.
Cada manager de beisbol de Series Nacionales tiene que conocer en toda su magnitud este problema. La mecánica grupal es sagrada, casi mística y no puede ser violada por estadísticas ni nombres. Es una de esas decisiones delicadas y polémicas, donde al director no le queda otra, ya que tiene que ser salomónico y justo, siempre que aspire a la victoria, tiene que saber plantar las nuevas semillas dentro de casa, con inteligencia y mucho verbo, con tacto y suspicacia.
Las camisetas provinciales están hechas de compromiso y vergüenza deportiva, su peso en el cuerpo no lo garantizan jonroneros, ni lanzadores supersónicos, ni mucho menos estrellas importadas. Son tareas titánicas del director del equipo, el empaste, la acogida y otra vez el verbo con el verbo.
Hay equipos que se derrumban de una Serie a otra, otros se desintegran al final del camino, los hay que demoran en acoplar, mientras el que sabe beber bien de los refuerzos, el que tiene un director que abraza y disemina malestares y dudas peligrosas, ese, se lleva el campeonato.
Saludos amigos.
De la noche a la mañana un director de equipo puede encontrarse un tesoro debajo del mar, un botín que se desborde con líneas centrales o bateadores impulsadores de carreras. Los refuerzos oxigenan de aire limpio a una alineación con baches y de un plumazo, transforman espinas en olorosas flores. Pero hay que tener mucho cuidado con los refuerzos, pues ellos pueden también ser la piedrecita que detiene los engranajes perfectos, un arma de doble filo, un agravante, una bomba de tiempo suicida dentro de un colectivo.
No hablemos de rápidas adaptaciones, de sistemas de entrenamiento diferentes, ni de subjetivismos provinciales, hablemos de mecánica grupal, de celos deportivos y de jugadores que aportaron un grano de azúcar a las victorias de su conjunto, que serán relegados, que serán olvidados en el banco de suplentes o desechados en el peor de los casos como algo sucio y maloliente.
Cada manager de beisbol de Series Nacionales tiene que conocer en toda su magnitud este problema. La mecánica grupal es sagrada, casi mística y no puede ser violada por estadísticas ni nombres. Es una de esas decisiones delicadas y polémicas, donde al director no le queda otra, ya que tiene que ser salomónico y justo, siempre que aspire a la victoria, tiene que saber plantar las nuevas semillas dentro de casa, con inteligencia y mucho verbo, con tacto y suspicacia.
Las camisetas provinciales están hechas de compromiso y vergüenza deportiva, su peso en el cuerpo no lo garantizan jonroneros, ni lanzadores supersónicos, ni mucho menos estrellas importadas. Son tareas titánicas del director del equipo, el empaste, la acogida y otra vez el verbo con el verbo.
Hay equipos que se derrumban de una Serie a otra, otros se desintegran al final del camino, los hay que demoran en acoplar, mientras el que sabe beber bien de los refuerzos, el que tiene un director que abraza y disemina malestares y dudas peligrosas, ese, se lleva el campeonato.
Saludos amigos.

· Denunciar
Debes Iniciar sesión o Regístrate!!! para votar
( click en este cuadro para cerrar )No puedes votar elementos creados por ti
( click en este cuadro para cerrar )Has agotado tus 20 votos para 24 horas
( click en este cuadro para cerrar )Debes tener +10 de Reputación para votar
( click en este cuadro para cerrar )Debes Iniciar sesión o Regístrate!!! para denunciar
( click en este cuadro para cerrar )No puedes denunciar elementos creados por ti
( click en este cuadro para cerrar )Has agotado tus 10 denuncias para 24 horas
( click en este cuadro para cerrar )Debes tener +10 de Reputación para denunciar
( click en este cuadro para cerrar )Ya denunciastes este elemento
( click en este cuadro para cerrar )Motivo de la denuncia:
Publicar nueva respuesta
No has iniciado sesión. No puedes publicar temas o respuestas. Por favor inicia sesión o registrate para poder publicar.