Por Boris Cabrera.

Los Cocodrilos, literalmente, se han metido en la pata de los Caballos. Un estadio abarrotado y hambriento de victorias, quedo una vez más enmudecido, mientras veía al fantasma recurrente de la decepción, contaminando el oxígeno del aire.
Los Alazanes esperaron tranquilos debajo en el marcador. Un jonrón de Jefferson Delgado con las bases limpias en la segunda entrada, no logro lluvias sobre el mojado techo psicológico de los orientales. Al acecho, salieron en estampida sobre el pantano, cuando el hasta ese momento, héroe del día, le abrió la barda dejando caer un elevado inofensivo. El abridor Jonder Martínez, se descontroló y cuando la entrada parecía vencida, la eterna promesa de la provincia, Guillermo Avilés, despachó una pelota más allá de los límites del terreno, que levanto esperanzas perdidas.

El tiro de gracia vendría después, la misma película: Otro error del ya villano Jefferson, Jonder que se desconcentra y se descontrola y Avilés que la vuelve a desaparecer.

Ni siquiera los errores inexplicables pudieron empañar el brillo del partido, con el marcador abierto, el impredecible publico matancero se resistió al desfile y se quedó a ver como los Cocodrilos fueron tirando mordidas desesperadas hasta acercarse peligrosamente a sus contrarios, sin lograr sus objetivos.
Eran muchos caballos en estampida salvaje, el polvo y la piedra que levantaron a su paso, enmascararon el paisaje y escaparon al horizonte llevándose los sueños, las dudas, y las emociones, para el día de mañana.

Saludos amigos.

Lo mejor del partido: El bateo de Guillermo Avilés

Lo peor del partido: La defensa de ambos conjuntos

Lo más esperanzador: El despertar de Guillermo Avilés

El aplauso: Para Noelvis Entenza (abridor de los granmenses)

Lo inconcebible: La demora por el encendido de las luces del estadio

MVP: Guillermo Avilés