Se acabó la espera. Este sábado último en el teatro Milanés de la ciudad de Pinar del Río, Víctor Figueroa despejó la incógnita que mantenía en vilo a los parciales matanceros y llamó a filas a cinco peloteros que cambiarán sus “eliminadas” casacas por la de los Cocodrilos.

A priori, la elección no estuvo desacertada. En un anterior comentario, este redactor abogaba por las posiciones que cubrió, que a simple vista resulta lo más perentorio solucionar en el conjunto, e incluso un hombre de los que en ese texto incluí –Liomil González- fue uno de los escogidos por el debutante manager y excelente preparador físico.

Allá en Vueltabajo, al terminar el show, Figueroa ofreció declaraciones al staff de prensa: “Quizás pude hacerlo mejor, pero priorizamos las necesidades del equipo. No fui afortunado con el sorteo y se me escaparon algunos nombres, sin embargo, confío en que los escogidos se acoplen al equipo y aporten”.

Ahí puede estar una de las claves. En primera ronda se sabía las opciones que tendríamos. Seríamos los cuartos en pedir y ya debían haberse barajado opciones. La elección de Duquesne espero no haya sorprendido a muchos, incluso yo, me alegré.

El diestro avileño sabe lo que es lanzar bajo presión. Además, en esta temporada lanzó 80 capítulos y solo permitió 30 carreras limpias, ponchó a 50 contrarios y regaló solo 24 boletos. Sin dudas, será un lanzador experimentado para conformar un trío de abridores de espanto, con Yoanni Yera y Jonder Martínez.

Mientras que Liomil, un brazo fuerte y seguro para las postrimerías del partido, viene avalado por sus siete juegos salvados y sus 14 ponches en 18 y dos tercios. Sabemos que esta área del pitcheo yumurino adolece de hombres claves. Félix Fuentes no es el mismo de temporadas anteriores y Armando Dueñas, Yariel Blanco y Denis Quesada aún no responden a esas expectativas.

El máscara Osvaldo Vázquez (7 HR) le da a los Cocodrilos un bateador designado y un receptor para respaldar a Ariel Martínez, que próximamente partirá, seguro, al Panamericano Sub-23 que se celebrará en Panamá del 15 al 24 de noviembre; y Yorbis Borroto, siempre útil y oportuno a la ofensiva, pone un cerrojo en el infield, además de carácter y disciplina en el dogout.

La duda, el ruido, me llega con Javier Mirabal. El jovencito villaclareño tiene futuro, sin dudas, pero creo había otras opciones disponibles mucho más acertadas.

Mirabal no lanzó mal. Inició nueve choques por los Azucareros y ganó dos de ellos. Le batearon solo para .231 y terminó para poco menos de tres limpias cada nueve innings. Lo único para reprocharle es que regala casi una base por capítulo y lanzó tres dead balls, tres wild pitch y le cantaron dos balk, todo eso, sinónimo de descontrol y desconcentración, no obstante, esperemos los resultados. Es un lanzador de más de noventa millas, joven y con perspectivas.

Lo otro que salta a la vista de la selección hecha por Figueroa es cómo privilegió la unidad, el team work de jugadores de un equipo estable y ganador. Confío en la experiencia de peloteros con hambre de triunfo, experimentados y seguros en sus posiciones. La apuesta está hecha, esperemos al jueves. Para la polémica la probable alineación titular:

1..Ariel Sánchez (RF)
2..Yorbis Borroto (SS)
3..Yurisbel Gracial (LF)
4..Osvaldo Vázquez (BD)
5..Jefferson Delgado (3B)
6..Yasiel Santoya (1B)
7..Ariel Martínez (C)
8..Aníbel Medina (2B)
9..Eduardo Blanco (CF)