LA SELECCIÓN cubana que compite en la Liga Can-Am de Béisbol presenta balance negativo de cuatro victorias y cinco derrotas después de tres subseries completas.

Es cierto que en materia de pelota los cubanos siempre quieren ganar, pero en esta fase de preparación eso no es lo más importante para el elenco dirigido por Rey Vicente Anglada.

El timonel capitalino ha dado juego a sus 28 peloteros en busca del conjunto más competitivo que represente al país en los XVIII Juegos Panamericanos de Lima. Y es que para esto es la Liga Can-Am: un modelaje que aclare el panorama y disipe dudas con respecto a los mejores atletas disponibles.

La ofensiva se ha mostrado inestable ante un pitcheo de más calidad que el existente en nuestro clásico nacional, y se han probado variantes en el line up.

Yordanis Samón y Yosvany Alarcón han ocupado los turnos de mayor responsabilidad ofensiva, lo que hace presagiar que serán puntales a la hora de fabricar carreras en la justa continental.

El tunero debe ser el receptor titular para aprovechar su bateo por encima de la defensa de Frank Camilo Morejón y Yunior Ibarra. Alfredo Fadraga es el enmascarado de menos posibilidades.

César Prieto parece el candidato para el primer turno, y a la defensa ha sido indistintamente utilizado en el campo corto y segunda base. Al novel cienfueguero no le ha pesado la responsabilidad y su juego rápido es muy importante para el equipo.

El mánager antillano mantiene una de las mayores disyuntivas en el conjunto: la defensa alrededor del segundo cojín. Sigue probando combinaciones y para eso cuenta con jugadores importantes como Carlos Benítez, Jorge Enrique Alomá, Raúl González, y el propio Prieto.

En los jardines sobresale Yuniesqui Larduet, quien aporta mucha velocidad y variantes tácticas a la hora de construir carreras.

Esa constituye otra fortaleza de la que adolecían selecciones cubanas en años anteriores. La velocidad en función de la ofensiva será una de las principales armas en Lima, y lo reafirman las bases robadas en estos primeros juegos.

DESDE LA LOMITA

Cuba ha mantenido la especialización del pitcheo durante todos los partidos. Incluso ha rotado a los lanzadores por varias funciones para buscar el mejor resultado.

Una agradable noticia resultó la buena apertura de Misael Villa, sobre todo en un cuerpo de serpentineros carente de zurdos. Pudiera resultar una opción interesante como tercer abridor después de los estelares Lázaro Blanco y Fredy Asiel Álvarez.

Pedro Álvarez, Pablo Guillén y Rafael Sánchez han cumplido en casi todas sus presentaciones como relevistas, por lo que serán piezas claves desde el bullpen.

Los restantes lanzadores jóvenes han estado inestables, pero quedan juegos para presentar mejores credenciales. Lo positivo es que todos han visto acción. En la mayoría de los casos más de una vez, y con diferentes situaciones de juego.

La Liga Can-Am resulta un ensayo necesario. Si el balance en materia de victorias es positivo mucho mejor. Ahora, aunque resulte difícil de digerir, no es imprescindible ganar. Anglada, cual viejo “zorro” de los diamantes, lo sabe muy bien.