Por Jorge Ebro

Mientras espera una invitación a la primavera de Grandes Ligas, Yunesky Maya sigue calentando el invierno de la pelota dominicana al ser elegido el mejor lanzador de la temporada en la LIDOM.

El cubano, quien recientemente trabajó en Miami en la Serie de las Américas con los Tigres del Licey, conquistó el galardón con foja de 3-2 y una efectividad de 2.39 en 60.1 entradas.

Pero donde sobresalió el de Pinar del Río fue en el departamento de ponches con 50, con solo 10 boletos y 53 hits permitidos como puntal para que el Licey se mantenga en la segunda plaza de la LIDOM, que pronto comenzará sus playoffs.

Sin duda, este ha sido un año importante para Maya, quien en abril lanzó un juego sin hit ni carreras en la liga profesional de Corea y que ahora vuelve a reafirmarse como una figura clave en la fuerte liga dominicana.

De acuerdo con fuentes, Maya pudiera recibir una invitación para un campamento primaveral con el objetivo de probarse -quizá su última oportunidad- en el mejor béisbol del mundo.

"Podemos confirmar que hay mucho interés en Maya'', expresó su agente, Bart Hernández. "Existen varias opciones. Maya está analizándolas todas para elegir la mejor y la que más rápido le permita regresar a Grandes Ligas''.

En enero del 2013, Maya firmó un contrato de Ligas Menores con invitación a los entrenamientos primaverales con los Bravos de Atlanta, pero luego fue liberado en julio de esa misma temporada.

Maya, de 34 años, apenas realizó un out en el 2013 y solamente tuvo 16 apariciones en cuatro años con los Nacionales de Washington, que lo firmaron en el 2010 por cuatro temporadas y $6 millones como un agente libre internacional.

Su hoja de servicios en Grandes Ligas es de 1-5, con 5.80 de promedio de carreras limpias; mientras que en seis Series Nacionales finalizó con marca de 48-29 y 2.51 de efectividad.

Tras dos participaciones en Clásicos Mundiales y otros eventos internacionales, Maya fue expulsado del equipo nacional cubano por "graves problemas de indisciplina'' -un intento de fuga- y en septiembre del 2009 logró escapar rumbo a Dominicana, sin saber que en el futuro le aguardaba allí una parte importante de su carrera.