La Habana (17 feb).- EL BÉISBOL, como casi todos los deportes, conlleva de algún modo roce entre atletas, lo mismo a la hora de batear que en un deslizamiento en cualesquiera de las almohadillas.
Pero nada justifica una agresión como la de esta noche en el partido entre Matanzas y Villa Clara, que ante las cámaras de televisión y para el mundo estuvo detenido por cerca de 10 minutos a causa de una bochornosa trifulca.
En el séptimo inning el refuerzo espirituano Eriel Sánchez le dio jonrón en solitario al derecho Freddy Asiel Álvarez, quien a seguidas golpeó con lanzamiento a Yasiel Santoya, dominó a Aníbal Medina y pegó también a Víctor Víctor Mesa.
La violenta respuesta no vino ni de Santoya ni de Victor Víctor, sino de Demys Valdés, quien como una exhalación salió del banco de los Cocodrilos bate en mano, con el cual golpeó al capitán del equipo Villa Clara Ramón Lunar, que intentaba aplacar ánimos.
Nada más repudiable que el cobarde acto de agredir a un atleta en pleno desempeño.
Aún cuando el lanzamiento no hubiera sido intencional no se justifica la réplica y sí la expulsión del serpentinero Álvarez.
La confirmación de lo deplorable del hecho fueron los aplausos del público matancero presente en el bello estadio Victoria de Girón con la salida al terreno de los campeones villaclareños para concluir el cotejo.
Se trata de los dos mejores conjuntos de la campaña precedente y de la actual, que han brindado un loable espectáculo, especialmente en esta cuarta subserie.
En definitiva el partido lo ganó el equipo anfitrión con sobresaliente pitcheo del zurdo Yoenni Yera, quien trabajó ocho entradas y dos tercios, ponchó a siete y solo admitió un hit. Sencillamente magistral, aunque no pudo completar el partido.
Ahora queda a la Comisión Nacional adoptar las medidas que conlleva el hecho y que recoge el reglamento de la competencia: expulsión del torneo del agresor.