Lo que parecía que demoraríamos en ver ha sido un proceso imparable desde la Serie Mundial de 2016 entre los Cachorros de Chicago y los Indios de Cleveland: Aroldis Chapman ya no es el cerrador más intimidante del béisbol
Tal afirmación no tiene que ver solo con su 4.29 ERA en 2017, el 0.2 WAR o con esos bates que le conectan para un .310 de slugging, cuando en 2016 solo alcanzaron a promediarle .193, pero lo cierto es que el descenso de Chapman en las estadísticas ha generado una ola de rumores desde que Joe Girardi, piloto de los Yankees, no lo utilizara la pasada semana en el noveno inning de un clásico contra las Medias Rojas.
“Él sabe que necesita afinarse de nuevo y que ha tenido problemas, vamos a utilizarlo en cualquier momento (del juego, y no solo al final)”, indicó Girardi, tras una de las derrotas frente a sus épicos rivales de Boston.
En lugar de Chapman, a partir de ahora cerrarán con los Yankees Dellin Betances o David Robertson, quienes lanzan para 2.11 y 1.33 ERA, respectivamente.
Lo extraño aquí es ver cómo el pitcher con la recta más poderosa del planeta está siendo conectado con relativa facilidad. Pues si en 2016 sus oponentes le bateaban para .149, en 2017 lo hacen para .220. Y si bien es verdad que cualquier pitcher que con su recta mantenga a los contrarios en un promedio de bateo de .220 sería exitoso en las Mayores, no es el caso de Chapman, un lanzador del que siempre se ha esperado lo excepcional.
Las causas del descenso
No parece que el descenso de Chapman sea debido a la velocidad. Es cierto que su recta aún hace lucir mal a bateadores experimentados, pero su tiempo de añadir un lanzamiento secundario a su repertorio está acabando. Según Savant Baseball, antes de los juegos del lunes, Chapman había lanzado 4.837 pitcheos en su carrera, de los cuales 3.737 habían sido rectas de cuatro costuras. Sus lanzamientos rompientes han sido apenas 1.100, el 22.74%.
En 2017, al “Misil de Cayo Mambí” le han conectado de 36-10 (.278), con tres extrabases, uno de ellos jonrón. Sin contar esta temporada, si se observan los resultados a lo largo de su carrera, vemos una proporción de 190-22 (.115).
El problema aquí no es solo que a Chapman le han pegado con más solidez cuando lanza la recta, sino que, al recurrir a sus envíos de rompimiento, le batean .267 contra sliders y .333 frente al cambio de velocidad.
¿Cómo eran esos resultados históricos anteriormente?
Oponentes vs sliders: 155-19, .123
Oponentes vs cambios: 35-3, .086
No cabe duda que lo que estamos viendo es completamente inédito. Sin embargo, es imposible predecir si Chapman volverá o no a ser el mismo pitcher dominante de siempre. Los numeritos establecen patrones en los que el cubano ha decaído, pero su potencial sigue siendo muy alto.
La medida de los Yankees quizás ayude a que Aroldis recobre un tanto de la confianza perdida, pues desperdiciar algunos juegos contra las Medias Rojas, cosa que hizo antes de ser depuesto como cerrador, constituye una doble derrota en la Gran Manzana. No solo porque los de Boston son los rivales históricos de los Mulos del Bronx, sino porque forman parte de la misma llave Este de la Liga Americana y luchan por el título de la División.
Los Yankees han registrado este año la entrada de 2.277.050 fanáticos en su estadio. Muchos de ellos han querido ver la recta más poderosa e intimidante del juego. Es posible que Aroldis Chapman regrese pronto y lo haga cerrando un duelo importante por el regreso de los Yankees a los play-offs, pero no cabe duda de que tendrá que batallar y mejorar su enfoque.
El jonrón que le conectó Rajai Davis el año pasado no decidió la Serie Mundial a favor de los Indios, pero demostró que no hay lanzador infalible, ni siquiera el mismísimo pitcher más veloz del universo.