El pelotero cubano que supuestamente se había extravíado en el aeropuerto Charles de Gaulle, de la capital francesa, París, mientras viajaba de regreso a casa, estuvo dos días trabajando en la cocina de un restaurante, para poder pagar la comida que se comió.

“No traía dinero encima casi; esos japoneses son unos ridículos brother“, le confesó Adolis a uno de nuestros reporteros en París.



“Meses ahí, y pagándome una baratela… y a base de arroz y sushi… ¡y todavía me pedían rendimiento!”, dijo.

“Ellos me pedían jonrones -yo creo- y yo les preguntaba que ¿dónde estaba el bistec? Nunca nos entendimos“.

Adolís confesó apenado que en el aeropuerto parisino, se metió en un restaurante a comer, y cuando fue a pagar la cuenta, ascendiente a 200 euros, se encontró que solo traía 50, por lo que para pagar los otros 150 restantes, tuvo que ponerse a cocinar y fregar platos.

“¡Qué calor hacía en esa cocina! Y todo por un salario de m…. de 75 euros al día, 12 horas; qué manera de explotar a un inmigrante!”

Adolis dijo que aunque extenuante el trabajo, sacó la cuenta y que estaría ganando más o menos lo mismo que ganaba en Japón.

“Creo que me quedo aquí – confesó el atleta – gano casi lo mismo y como lo que me da la gana“. dijo finalmente.