Este 2017 pinta para ser una temporada propicia para darle oportunidades a las cartas cardinales de la pelota cubana y talentos emergentes que ya están tocando las puertas de la selección nacional al primer nivel. Una agenda en hervor tiene el pasatiempo nacional y ya el primero de los eventos contemplados pasó a la historia, cuando los Alazanes granmenses concluyeron en la cuarta posición de la Serie del Caribe, con dividendo de tres triunfos y dos fracasos.

Esta fue la cuarta asistencia de la Isla al certamen caribeño, luego de volver a retomar su participación en 2014. Igualmente, será la cuarta ocasión que un plantel de casa concurse en el Clásico Mundial, evento al que llegarán con la misión primaria de clasificar para la fase venidera.

Los 29 jugadores y el cuerpo técnico saldrán mañana rumbo a Taipei de China, para desarrollar una gira de 11 encuentros preparatorios en esa nación, Corea del Sur y terminar en Japón, anfitriones de la llave B, en la que los cubanos debutan el 7 de marzo ante los nipones, al día siguiente chocarán contra el conjunto chino y cierra la fase de grupo, en un crucial desafío, frente a Australia.

Posteriormente se armará un concentrado para que intervenga del ocho al 29 de junio, por segundo año consecutivo, en la Liga Can-Am, con asiento en Canadá. Según ha trascendido, los seis planteles de ese circuito se enrolarán por esos días en una serie con los cubanos –quienes alcanzaron balance de 11 triunfos y 9 tropiezos en su primera experiencia- y el Yeoncheon Miracle, un club independiente de Corea del Sur, que acude por primera vez.

Y las casualidades siguen haciendo acto de presencia, pues en la primera semana de julio coinciden dos eventos a los que Cuba dio su aprobación para competir. Esta vez le toca a Estados Unidos servir de sede al habitual tope bilateral entre ambos países, que se reanudó en 2012 en territorio antillano, luego de una larga espera de 16 años. En esta ocasión los partidos serán efectuados en Carolina del Norte y en la segunda etapa los estadounidenses marchan delante con 13 triunfos y doce fracasos.

Por otra parte, al unísono en Holanda se celebrará el Torneo Interpuertos de Rotterdam, del primero al 9 de julio, y los cubanos acompañarán a los locales, Corea del Sur, Japón y Curazao. La próxima edición implicará el regreso de los caribeños a esa justa, la cual han ganado diez veces. Tanto a suelo tulipán, como al tope en territorio norteamericano, se debe llevar jugadores jóvenes, que no hayan tenido chances de acudir al Clásico y que sean de perspectivas inmediatas para los intereses de la Comisión Nacional.

En tanto, aunque no forma parte de esta temporada y todavía es un proyecto en ciernes, la presencia de peloteros cubanos ya se cocina para un evento soñador en grande, que cuenta con la venia de Riccardo Fraccari, presidente de la Confederación Mundial de este deporte.

La Champions League del beisbol, como jocosamente se le ha llamado, sería un torneo latinoamericano con 32 conjuntos de Puerto Rico, República Dominicana, México, Venezuela, Panamá y, por supuesto, Cuba, a desarrollarse en noviembre a muerte súbita. Igualmente comprende partidos contra selecciones de Asia y Australia.El vencedor de ese futuro torneo sostendrá un juego contra el titular de la Serie Mundial de las Mayores. (David Diaz)