Ese Holguín, dirigido por Héctor “Tico” Hernández, no creyó en Aplanadoras santiagueras ni en feroces Leones. Peloteros desconocidos hasta esa fecha como Waldo Denis y Roinnier Varona saltaron a la palestra pública. Nada pudo detener su paso firme y seguro, ni indisciplinas ni lesiones. En la fase clasificatoria fue primero del grupo D y líder en victorias del Oriente con 55 sonrisas. Además, resultaron sede del Juego de las Estrellas y llegaron los play off, la hora de la verdad.
En los cuartos de final se impusieron 3-1 a un peligroso Camagüey que un año antes llegó a poner entre la espada y la pared a Santiago y en cuyas filas sobresalían Ulacia, Vicyohandri Odelín y los hermanos Loidel y Laidel Chapellí. Vino el turno de las semifinales. En frente un rival de mucha consideración: el Villa Clara de Víctor Mesa, que acababa de eliminar a los de la tierra caliente. El primer día se impusieron los Cachorros. Una jornada después parecía que el triunfo le sonreía a los Naranjas pero en el cierre del noveno, con ventaja mínima y Eliécer Montes de Oca en el box, “la Bujía” Varona se embasó por error del torpedero Paret y acto seguido Juan Rondón sacó la pelota del parque y convirtió al “Calixto García” en un manicomio. No quedaban dudas, lo de Holguín era en serio.
En el Sandino los locales emparejaron a dos el duelo pero los nororientales ganaron el quinto y regresaron con ventaja a casa. Aún quedaba mucha emoción por vivir. El sexto encuentro se celebró el 15 de junio. En el final del noveno se repitió la historia del segundo desafío, llegó Villa Clara arriba 2-1, los Sabuesos igualaron el marcador ante Vladimir Hernández, Víctor puso en el box a Luis Borroto y este recibió un hit, luego Roidel Enríquez regaló un boleto y cedió su puesto a Yuliet López, quien soportó la línea de José Emilio Lamarque que impulsó desde tercera a Oscar del Rosario con la carrera que certificó el avance a la final. Allí les esperaba otro “eléctrico”, el Sancti Spíritus de Lourdes Gourriel.
El duelo era entre unos gallos de pelea y unos perros que mordían callao. El primer choque se lo llevaron los yayaberos apoyados en un joven lanzador, Ifreidi Coss, autor de una blanqueada. En la fecha siguiente, Holguín se impuso en doce peleados innings 11 carreras por 10. La comitiva se trasladó al Huelga. Dos serpentineros desconocidos, Miguel Ángel González y Yoanis Duboys se anotaron los éxitos y los de la tierra oriental pusieron la serie a punto de jaque mate.
Pero la fiesta todavía no rompería. En el quinto desafío Ifreidi recetó otra lechada y en el sexto Yovani Aragón cumplió su rol y garantizó un séptimo y último partido. El mismo tuvo lugar el 28 de junio del 2002 en el “Calixto García”. El público abarrotó las gradas. En el box un duelo entre Ifreidi y Orelvis Ávila, ambos en su mejor temporada. En el final del cuarto, el receptor Ernesto Martínez bateó un jonrón a Ifreidi, quien rápidamente fue relevado por el supersónico Maels Rodríguez.
En el quinto Juan Rondón despacha un doble y Waldo Denis lo impulsa con cañonazo al centro. Con ventaja de 2-0 llega el juego al noveno y Orelvis retira fácilmente a Osdelvis Bernal y Luis Enrique Gourriel. Faltaba un out para el título. Nadie imaginaba que aún restaban 34 minutos para el desenlace final. Ixis Valle dispara hit y el emergente Reinier Yero conecta un doble que se va al primer bounce por el jardín izquierdo e impide a Valle anotar. Acto seguido, Liván Monteagudo recibe boleto y se llenan las bases. Sale Orelvis del box y ocupa su lugar el veterano Oscar Gil, lanzador zurdo que arrastraba molestias físicas pero había pedido la bola para ser el primer relevista. Otorga base por bolas a Yonelkis Villaspando (emergente por Yunier Mendoza) y entra “de caballito” Ixis con la primera de los visitantes. A la caja de bateo el peligroso Frederich Cepeda, ahora parado en el lado derecho. Conteo de 2-2. Swing al aire, bola en la mascota de Ernesto Martínez y el locutor Eddy Martín lo anuncia al mundo entero: ¡Holguín campeón!
Tomado de: Abel Zaldivar Rodríguez