En la mañana de hoy voló rumbo a Isla Margarita, Venezuela, la novena de Villa Clara, directo al reencuentro de Cuba con la Serie del Caribe... 54 años después. La tropa naranja viaja decidida a retomar el legado de las cuatro escuadras que representaron a nuestro país hace más de medio siglo, particularmente a los Elefantes de Cienfuegos, últimos en portar el estandarte antillano en 1960, cuando se coronaron campeones.

Dada esta responsabilidad histórica, la calidad de los contrarios y el compromiso por cumplir con la exigente afición del patio, no será un reto sencillo para el plantel que dirige Ramón Moré, quien guarda como su más preciado tesoro ciertos elementos relacionados con el funcionamiento del equipo y su estrategia en el inminente certamen.

"Acostumbramos a informar a los contrarios, siempre detallamos nuestro equipo. Ahora nosotros vamos prácticamente sin elementos de referencia, solo tenemos una idea de los rivales, a quienes no conocemos en profundidad. Además, en estos rosters entrarán muchos jugadores nuevos a última hora por el tema de los refuerzos y las restricciones de las Grandes Ligas estadounidenses, lo que dificulta aún más el estudio", espeta Moré.

Pese a que aún no queda claro quiénes serán los titulares mañana en el debut frente a los Naranjeros de Hermosillo (México), si algo distingue al elenco central son la profundidad y las múltiples variantes defensivas y ofensivas. Llama la atención, además, el balance entre zurdos y derechos, que ofrece muchas opciones según el lanzador contrario o la circunstancia de los partidos.

Es previsible que al menos cuatro zurdos entren en el lineup, algunos bateadores de fuerza y otros de puro tacto, pero quedarían más en el dogout en caso de necesitarlos como emergentes, mientras también cuentan con buena cantidad de diestros para contrastar con los llamados hombres de la mano equivocada.

Otro detalle favorable, Moré tiene la opción de presentar alineaciones eminentemente ofensivas para buscar ventaja temprano en los choques, y dispone de otros hombres duchos con el guante que garantizarían la hermeticidad defensiva en las postrimerías, cuando un error puede torcer el rumbo del encuentro.

NUEVA ESPARTA, UN ESCENARIO SUI GÉNERIS

En Isla Margarita, los contendientes jugarán en un parque de muy poco bateo, el de menor cantidad de jonrones en la Liga Venezolana el último año. El estadio de Nueva Esparta o antiguo Guatamare, como también se le conoce, no es ni remotamente un paraíso para los sluggers, de ahí que la dinámica que conocemos de Villa Clara puede encajar con las características del terreno.

Los Naranjas no destacan por su ofensiva de largo alcance, más bien resaltan su velocidad, la producción por la banda opuesta y el bateo por detrás del corredor, para lo que cuentan con verdaderos especialistas como Andy Zamora, Yordan Manduley, Danel Castro y Yordanis Linares, quienes aseguran estar en condiciones de cumplir con las funciones asignadas por el alto mando en cada situación.

"Estaremos en un estadio grande, que según dicen, no bota mucho la pelota por la banda izquierda, por lo que en los entrenamientos nos hemos concentrado en conectar hacía el centro del terreno", coinciden estos elementos del plantel.

"Tenemos muchos bateadores de líneas cortas y rollings, no es algo que nos deba preocupar, solo debemos centrarnos en hacer nuestro juego y vencer paso a paso", afirma Ariel Borrero, tradicional impulsador de la escuadra villaclareña.

Como es lógico, también aumentará el poder con la entrada de Alfredo Despaigne, Yulieski Gourriel y José Miguel Fernández, aunque mantener una ofensiva dinámica y oxigenada, que no se centre en buscar el gran batazo, puede rendir frutos.

RIVALES: PURA TRADICIÓN Y GARRA

Villa Clara es, sin duda, uno de los cuadros históricos del béisbol cubano. Desde los legendarios Azucareros, la escuadra central ha escrito varias páginas gloriosas en los diamantes del archipiélago, al igual que lo han hecho los inminentes rivales en sus respectivos torneos domésticos, de los cuales todos son fundadores.

En Puerto Rico, los Indios de Mayagüez son los máximos ganadores con 18 coronas (cinco en el presente siglo), mientras en República Dominicana los Tigres del Licey son reyes indiscutibles con 21 títulos (5). Por México, los Naranjeros de Hermosillo descuellan con 16 trofeos (4) y en Venezuela los Navegantes de Magallanes anclan segundos en el medallero histórico de ese béisbol, detrás de los Leones del Caracas, que acumulan 20 coronas, solo tres desde 1995 hasta la fecha.

En Isla Margarita, ninguna de estas novenas se presentará con las nóminas ganadoras recientemente en las justas domésticas, sino que tendrán un sinfín de refuerzos que poco a poco han trascendido en las últimas horas. Por ejemplo, el conjunto boricua tiene solo a 13 jugadores de la selección original y destacan como refuerzos siete integrantes del Puerto Rico subcampeón en el Tercer Clásico Mundial. Ellos son el máscara Martín Maldonado, los infielders Luis Figueroa e Irvin Falú, el jardinero Eddie Rosario y los serpentineros Randy Fontánez, Andrés Santiago y Giancarlo Alvarado, este último abridor de la final del Clásico.

En Dominicana, se manejan los nombres del versátil Leuris García, el torpedero Héctor Gómez, el cerrador Marcos Mateo y el abridor Ángel Castro para fortalecer a los Tigres, mientras en Venezuela ya están confirmados los lanzadores Tyson Brummett, Dary Thompson, Wilfredo Boscán y Elvis Araujo.

No obstante, Moré cree que su equipo tiene las virtudes suficientes para imponerse. "Sabemos el significado de un buen resultado, podemos abrir el camino victorioso nuevamente. Esto, más que un estímulo es un compromiso, y los compromisos se cumplen cabalmente. Los atletas que escogimos tienen calidad, prestigio internacional y todos, el grupo entero, están convencidos de la responsabilidad y se encuentran listos para cumplirla", concluye.