¿Podrá Villa Clara quitarse los fantasmas de casi dos decadas?
Villa Clara le pisoteó el sueño a los Cienfuegueros, mientras que Matanzas impuso la lógica y superó a Sancti Spiritus, las semifinales, señores han concluido. Hoy, tras las discurridas emociones, les traigo mi óptica para la Finalísima del beisbol cubano.
El cruce Villa Clara-Cienfuegos estuvo de lujo, al menos en términos de pitcheo y logró dar el espectáculo que se merecieron sus respectivos fanáticos, con unos duelos Freddy Asiel-Entenza dignos de ser recontados por Homero, a la vez que la ofensiva de los Naranjas tuvo protagonismo compartido y un héroe por día, además de llevarse el gato al agua sin conectar jonrones.
Cienfuegos no consiguió ponerle hombres en base a “Pito” Abreu, para que este los impulsara y, colectivamente, de los 76 corredores que colocaron en posición anotadora solo trajeron 6.
Por el otro lado, Matanzas-Sancti Spiritus, los Cocodrilos dispusieron, con un increíble racimo de 10 carreras a seis outs de perder, en siete juegos. La producción de los yumurinos estuvo sustentada por el trio José Miguel-Gracial-Yadiel (22 impulsadas entre los tres), mientras la dupla Heredia-Sánchez se encargaban de anotar las carreras (17 anotadas de conjunto). El pitcheo sorteó difíciles momentos y se las ingenió para ganar un juego más que sus rivales.
Sancti Spiritus fue grande en sus tres victorias, pero lució un gallito indefenso en sus cuatro derrotas, aunque a decir verdad en el juego 7, parecían dignos de la Final antes del fatídico octavo episodio.
Antes de continuar una pequeña reflexión: Quizás, fuimos testigos, sin saberlo, de la despedida de ambos equipos (especialmente Sancti Spiritus) de las Postemporadas, pues a partir del 2013, tanto Cienfuegos como los espirituanos, van a sufrir transformaciones considerables en sus rosters, que de no encontrar sustitutos inmediatos les llevará a un proceso de reconstrucción, que tomará, al menos, unos cuatro años.
La Gran Final esta vez me luce como la oportunidad de satisfacer rivalidades recientes, pues Pestano tendrá la oportunidad de definir que aún puede ser el mejor, Freddy Asiel tratará de seguir demostrando (ya él habló de eso) que no es un “penco” y si el excelente y categórico pitcher que es; mientras que por el otro lado Víctor intentará ganar esta temporada (nunca se sabe cuándo uno va a volver a la Final, si es que vuelve) y limpiarse el balance negativo de 0-8 en finales.
¿Se pudiera decir que esta será la Final donde se sacudirán los fantasmas ambos equipos? Existe, sin dudas, una pequeña diferencia para ambos, y es que solo uno puede ser Campeón Nacional.
Han pasado 18 años desde que los Naranjas ganaron su última Serie Nacional, cuentan con un staff de lanzadores impermeable, pero sigo creyendo que necesitan poner garras con su artilleria de ataque y poder desifrar los lanzamientos de los cocodrilos, en buena lid no siempre se puede pretender ganar a puro pitcheo. Mi pronóstico Villa Clara Campeón en 6 juegos.
Villa Clara le pisoteó el sueño a los Cienfuegueros, mientras que Matanzas impuso la lógica y superó a Sancti Spiritus, las semifinales, señores han concluido. Hoy, tras las discurridas emociones, les traigo mi óptica para la Finalísima del beisbol cubano.
El cruce Villa Clara-Cienfuegos estuvo de lujo, al menos en términos de pitcheo y logró dar el espectáculo que se merecieron sus respectivos fanáticos, con unos duelos Freddy Asiel-Entenza dignos de ser recontados por Homero, a la vez que la ofensiva de los Naranjas tuvo protagonismo compartido y un héroe por día, además de llevarse el gato al agua sin conectar jonrones.
Cienfuegos no consiguió ponerle hombres en base a “Pito” Abreu, para que este los impulsara y, colectivamente, de los 76 corredores que colocaron en posición anotadora solo trajeron 6.
Por el otro lado, Matanzas-Sancti Spiritus, los Cocodrilos dispusieron, con un increíble racimo de 10 carreras a seis outs de perder, en siete juegos. La producción de los yumurinos estuvo sustentada por el trio José Miguel-Gracial-Yadiel (22 impulsadas entre los tres), mientras la dupla Heredia-Sánchez se encargaban de anotar las carreras (17 anotadas de conjunto). El pitcheo sorteó difíciles momentos y se las ingenió para ganar un juego más que sus rivales.
Sancti Spiritus fue grande en sus tres victorias, pero lució un gallito indefenso en sus cuatro derrotas, aunque a decir verdad en el juego 7, parecían dignos de la Final antes del fatídico octavo episodio.
Antes de continuar una pequeña reflexión: Quizás, fuimos testigos, sin saberlo, de la despedida de ambos equipos (especialmente Sancti Spiritus) de las Postemporadas, pues a partir del 2013, tanto Cienfuegos como los espirituanos, van a sufrir transformaciones considerables en sus rosters, que de no encontrar sustitutos inmediatos les llevará a un proceso de reconstrucción, que tomará, al menos, unos cuatro años.
La Gran Final esta vez me luce como la oportunidad de satisfacer rivalidades recientes, pues Pestano tendrá la oportunidad de definir que aún puede ser el mejor, Freddy Asiel tratará de seguir demostrando (ya él habló de eso) que no es un “penco” y si el excelente y categórico pitcher que es; mientras que por el otro lado Víctor intentará ganar esta temporada (nunca se sabe cuándo uno va a volver a la Final, si es que vuelve) y limpiarse el balance negativo de 0-8 en finales.
¿Se pudiera decir que esta será la Final donde se sacudirán los fantasmas ambos equipos? Existe, sin dudas, una pequeña diferencia para ambos, y es que solo uno puede ser Campeón Nacional.
Han pasado 18 años desde que los Naranjas ganaron su última Serie Nacional, cuentan con un staff de lanzadores impermeable, pero sigo creyendo que necesitan poner garras con su artilleria de ataque y poder desifrar los lanzamientos de los cocodrilos, en buena lid no siempre se puede pretender ganar a puro pitcheo. Mi pronóstico Villa Clara Campeón en 6 juegos.