Vin Scully ha hecho su trabajo desde 1950, lo que significa que vio a Jackie Robinson robarse el plato, presenció un juego perfecto por Sandy Koufax, y estuvo allí cuando Kirk Gibson conectó uno de los jonrones más increíbles en la historia del béisbol. Así que, si a estas alturas un pelotero puede sorprender al legendario narrador de los Dodgers, bueno, eso es algo digno de destacar.

Y eso es lo que dijo el propio Scully luego de la más reciente hazaña del cubano Yasiel Puig, el jueves en la noche: "¡No puedo creerlo!"

Puig ha estado en las Grandes Ligas por cuatro días y hasta ahora todo lo que ha hecho es conectar tres cuadrangulares, incluyendo un bambinazo de dos carreras, uno de tres carreras, y el batazo con bases llenas del jueves.

De acuerdo al Elias Sports Bureau, es convierte a Puig en apenas el tercer jugador desde 1900 con tres cuadrangulares, incluyendo un grand slam, en los primeros cuatro juegos de su carrera.

En los entrenamientos primaverales, el gerente de los Dodgers Ned Colletti dijo que Puig es uno de esos jugadores a los que no puedes dejar de ver, una descripción perfecta. Batea, batea con poder, tira y corre, todo a alta velocidad, todo el tiempo.

Pero en una conversación el miércoles, Colletti dijo que a pesar que Puig lleva poco tiempo en el béisbol profesional recuerden, apenas firmó con los Dodgers hace 342 días rápidamente ha aprendido a bajar la velocidad de su juego, mientras sigue jugando a toda velocidad. Ha aprendido a esperar con los lanzamientos rompientes; está llevando la pelota al campo contrario. A Puig se le conoce como un bateador hiperagresivo, así que una de los cuestionamientos más grandes sobre sí él caería constantemente en huecos de malos conteos de bolas y strikes, como le ha pasado al ex prospecto Delmon Young en su carrera, al buscar pitcheos fuera de la zona. Después de todo, Puig pasó toda la primavera sin recibir un solo boleto, y en 278 apariciones en el plato en el béisbol professional tiene 27 bases por bolas lo que es una tasa baja,pero trabajable.

Hasta ahora, todo bien.

Puig es realmente un jugador de seis herramientas: Es un maestro del estilo, con la cadena que le rebota en su cuello, y sus manerismos y sus gestos. Nació para ser el centro de atención, y nació para jugar en un equipo de béisbol en Los Angeles; él es la versión del Hombre Espectáculo de los Dodgers, hasta ahora, en un equipo cuyo dueño es el líder de Showtime, Magic Johnson.

Inevitablemente, él va a terminar molestando a jugadores en otros equipos. Pero pienso que es él ya sabe como lidiar con eso. Pienso que no le va a molestar, o a los Dodgers, si sigue haciendo cosas que sorprendan a todo el mundo, incluso a Vin Scully.

De parte de Estadísticas e Información de ESPN: Los tres jonrones de Puig han venido ante tres tipos de pitcheos, y todos han llegado cuando los Dodgers han estado al frente en el pizarrón por apenas una carrera o atrás en el marcador. Y los tres han sido en el primer o segundo pitcheo del turno.

Jonrón No. 1: Martes, quinta entrada vs. los Padres, conectó cuadrangular de tres carreras ante una recta de 94 mph para empatar el marcador.
Jonrón No. 2: Martes, sexta entrada vs. los Padres, conectó cuadrangular de dos carreras ante un cambio de 85 mph.
Jonrón No. 3: Jueves, octava entrada vs. los Bravos, conectó un grand slam ante un slider de 81 mph, con las bases llenas y los Dodgers aferrándose a una ventaja 1-0.

En alguna otra parte para los Dodgers, Zack Greinke también lució muy bien, pellizcando las esquinas del plato. De Estadísticas e Información, aquí los datos de la victoria de Greinke:

A. Lanzó un 56 por ciento de lanzamientos en cambio, su mayor cantidad en un juego desde la temporada 2009.
B. Consiguió cinco ponches con sus lanzamientos en cambio de velocidad (cambio, curva y slider); había conseguido un total de cuatro en sus primeras seis salidas de la temporada.

Cory Gearrin permitió el grand slam de Puig, y los Bravos perdieron el primer juego de la serie. Ha periido 24 hits y nueve boletos en 25 1/3 entradas, con 18 ponches, que no son números para un tipo que lanza en la octava entrada, cuando se supone que lance un relevista con capacidad de hacer fallar los bates. O comienza a lucir mejor en ese rol o ellos van a tener que encontrar otro lanzador para ese puesto.