Cumplido el tránsito por Taipéi de China con balance de dos triunfos y un fracaso, la selección cubana de béisbol se encamina hacia tierras del Sol Naciente para continuar su gira preparatoria por el continente asiático.

El paso por Japón le tiene reservados par de encuentros amistosos frente a una selección de peloteros que juegan en la Liga Profesional nipona, y que, aun con notables ausencias en su nómina, no deja de ser un elenco de respetable nivel.

Según declaraciones recogidas por varios medios de prensa, el manager anfitrión Koji Yamamoto se dio una vuelta por el sitio de la escala inicial para conocer de primera mano los «peligros» que se le avecinan. Y ya de paso, develó sus armas para enfrentar próximamente a la batería cubana.

Para el primer duelo, a jugarse el día 16 en Fukuoka, el abridor elegido es el zurdo Kenji Otonari, mientras que para el cierre, dos días después en Sapporo, fue designado el diestro Hirokazu Sawamura.

Una página web especializada en el béisbol japonés da cuenta de que Otonari, «quien dejó récord de 12-8 esta temporada con los Halcones de SoftBank y registró la cuarta mejor efectividad (2.03) de la Liga del Pacífico, buscará ganarse un puesto en el equipo de cara al Clásico Mundial de Béisbol que se disputará en marzo.

Sawamura, por el contrario, tiene su puesto asegurado por ser uno de los mejores prospectos que tiene actualmente la Liga Profesional (NPB), a pesar de su modesto récord de 10-10 y su efectividad 2.86 este año. Su objetivo será simplemente ganar experiencia internacional de cara al torneo.

Se prevé que ambos lanzadores trabajarán apenas un tercio de juego, pues Yamamoto planea probar a varios serpentineros más para poder decidir con cuáles defenderá la corona en el III Clásico Mundial.

Ya veremos si a nuestros bateadores les va mejor que frente a los lanzadores vistos durante los tres juegos en Taipéi de China.