Hasta el más exigente de los aficionados quedó satisfecho con lo acontecido de martes a jueves últimos en el estadio Victoria de Girón, de la ciudad de Matanzas, entre las novenas de los Cocodrilos yumurinos y los Leones Industriales, que cerca estuvieron de marcharse sin melena luego de las dos derrotas encajadas ante los anfitriones.
Cornetines –¡qué sufrimiento amisgos!–, pitos y ‘silenciosas’ matracas; junto a voceados conteos, cual combate de boxeo, a los lanzadores que de una y otra formas eran enviados a las frías duchas, y calor de pueblo, devenido aficionados, constituyó un espectáculo único, disfrutado a plenitud durante las tres jornadas.
Ocurrieron hechos pocos vistos en esta temporada beisbolera, como el de las tres estrellas de los Cocodrilos bajadas del ‘cielo’ yumurino sin completar cinco entradas, y mucho menos ganar, e incluso la única derrota local recayó en uno de ellos, el joven Cionel Pérez, del que señalamos cinco días no le alcanzaban para recuperarse.
Ahora bien, no hay mal que por bien no venga, reza un conocido refrán popular, y tales intentos baldíos devienen soluciones para el alto mando de los peloteros matanceros, porque al menos Jonder Martínez y Cionel pueden ser empleados frente al equipo de los Cachorros de Holguín en los compromisos de sábado a lunes próximos, o sea, del primero al tres noviembre.
Las atrapadas de Yasiel Santoya el jueves, capaces de levantar de sus asientos a miles de aficionados, que también aplaudieron la llegada a los mil hits de Yunieski Gourriel –felicitado por el equipo Matanzas en pleno antes de comenzar dicho juego–, y la destacada actuación del jovencito de Unión de Reyes, Randy Camaraza, dieron mayor colorido a los compromisos del coloso yumurino.
Todo fluyó tranquilo, salvo la protesta del martes por parte del mentor capitalino Lázaro Vargas –desconociendo que cuando un lanzador se demora en cumplir su función, de forma innecesaria, o por cualquier otro motivo, se le puede declarar falta grave y penalizarlo con el avance de uno o más corredores–, algunos pelotazos que ocasiones ‘miraditas’, y la lamentable caída al terreno de un espectador delirante de emoción.
Serán inolvidables estas jornadas también por los siete ‘1’ aparecidos en la pizarra del Victoria de Girón, debido a similar cantidad de carreras fabricadas por los Cocodrilos. Quizás pasen decenas de años y no se repita tal hecho.
Ahora bien, sería injusto obviar lo que significa para cualquier provincia, que no sea La Habana, tener en su patio a los Leones Industriales, con sus pro y contra. Enardece su sola presencia a los aficionados, a veces injustos, pues es esta una selección muy competitiva, con grandes peloteros, cuyo comportamiento es el usual. No son estos precisamente los que caldean los ánimos .
Por lo demás, reiterar el reconocimiento a los matanceros, quienes juegan solo con varios de sus regulares en la alineación, y enfatizar en que quienes se agregaron a última hora saben sacar provecho de tales oportunidades.
Se acerca, entonces, el descanso intermedio debido a los cercanos XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, del 14 al 30 de noviembre, en los que Cuba participará con una amplia delegación, que incluye al equipo de pelota que será dado a conocer en los próximos días, porque no hay tiempo para preselecciones, según dijo un portavoz de la Federación Cubana de Béisbol. Esperamos que algunos matanceros hagan el grado y defiendan el pabellón cubano en Veracruz, México.
Las nuevas subseries son las siguientes, Matanzas-Holguín (Calixto García y en Moa), Pinar del Río-Camagüey (Capitán San Luis), Industriales-Artemisa (Latinoamericano), Mayabeque-Ciego de Ávila (Nelson Fernández y en Güines), Sancti Spíritus-Guantánamo (José Antonio Huelga), Villa Clara-Santiago de Cuba (Augusto César Sandino), Las Tunas-Cienfuegos (Julio Antonio Mella y en Jobabo), y Granma-Isla de la Juventud (Wilfredo Pagés y en Campechuela).
Cornetines –¡qué sufrimiento amisgos!–, pitos y ‘silenciosas’ matracas; junto a voceados conteos, cual combate de boxeo, a los lanzadores que de una y otra formas eran enviados a las frías duchas, y calor de pueblo, devenido aficionados, constituyó un espectáculo único, disfrutado a plenitud durante las tres jornadas.
Ocurrieron hechos pocos vistos en esta temporada beisbolera, como el de las tres estrellas de los Cocodrilos bajadas del ‘cielo’ yumurino sin completar cinco entradas, y mucho menos ganar, e incluso la única derrota local recayó en uno de ellos, el joven Cionel Pérez, del que señalamos cinco días no le alcanzaban para recuperarse.
Ahora bien, no hay mal que por bien no venga, reza un conocido refrán popular, y tales intentos baldíos devienen soluciones para el alto mando de los peloteros matanceros, porque al menos Jonder Martínez y Cionel pueden ser empleados frente al equipo de los Cachorros de Holguín en los compromisos de sábado a lunes próximos, o sea, del primero al tres noviembre.
Las atrapadas de Yasiel Santoya el jueves, capaces de levantar de sus asientos a miles de aficionados, que también aplaudieron la llegada a los mil hits de Yunieski Gourriel –felicitado por el equipo Matanzas en pleno antes de comenzar dicho juego–, y la destacada actuación del jovencito de Unión de Reyes, Randy Camaraza, dieron mayor colorido a los compromisos del coloso yumurino.
Todo fluyó tranquilo, salvo la protesta del martes por parte del mentor capitalino Lázaro Vargas –desconociendo que cuando un lanzador se demora en cumplir su función, de forma innecesaria, o por cualquier otro motivo, se le puede declarar falta grave y penalizarlo con el avance de uno o más corredores–, algunos pelotazos que ocasiones ‘miraditas’, y la lamentable caída al terreno de un espectador delirante de emoción.
Serán inolvidables estas jornadas también por los siete ‘1’ aparecidos en la pizarra del Victoria de Girón, debido a similar cantidad de carreras fabricadas por los Cocodrilos. Quizás pasen decenas de años y no se repita tal hecho.
Ahora bien, sería injusto obviar lo que significa para cualquier provincia, que no sea La Habana, tener en su patio a los Leones Industriales, con sus pro y contra. Enardece su sola presencia a los aficionados, a veces injustos, pues es esta una selección muy competitiva, con grandes peloteros, cuyo comportamiento es el usual. No son estos precisamente los que caldean los ánimos .
Por lo demás, reiterar el reconocimiento a los matanceros, quienes juegan solo con varios de sus regulares en la alineación, y enfatizar en que quienes se agregaron a última hora saben sacar provecho de tales oportunidades.
Se acerca, entonces, el descanso intermedio debido a los cercanos XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, del 14 al 30 de noviembre, en los que Cuba participará con una amplia delegación, que incluye al equipo de pelota que será dado a conocer en los próximos días, porque no hay tiempo para preselecciones, según dijo un portavoz de la Federación Cubana de Béisbol. Esperamos que algunos matanceros hagan el grado y defiendan el pabellón cubano en Veracruz, México.
Las nuevas subseries son las siguientes, Matanzas-Holguín (Calixto García y en Moa), Pinar del Río-Camagüey (Capitán San Luis), Industriales-Artemisa (Latinoamericano), Mayabeque-Ciego de Ávila (Nelson Fernández y en Güines), Sancti Spíritus-Guantánamo (José Antonio Huelga), Villa Clara-Santiago de Cuba (Augusto César Sandino), Las Tunas-Cienfuegos (Julio Antonio Mella y en Jobabo), y Granma-Isla de la Juventud (Wilfredo Pagés y en Campechuela).
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