Con los fuertes estampidos de la Serie del Caribe todavía taladrando en los oídos de los aficionados cubanos, este martes se reanudan las hostilidades de la segunda etapa de la 53 Serie Nacional de Béisbol con nuevos y atractivos compromisos en cuatro estadios del país.

En el Victoria de Girón los actuales líderes, los Cocodrilos de Matanzas (34-20), recibirán a los Piratas de Isla de la Juventud (29-25) a partir de la 7:15 de la noche. Y pese a que los últimos pierden más de los que ganan en esta temporada (12-15), hay que jugarles bien al contar con pitcheo y hombres capaces de doblegar a cualquier rival.

En el estadio Augusto César Sandino debe escenificarse  el que a todas luces será el mejor encuentro de mediados de semana, e incluso ambos contendientes tienen similar balance de 33 éxitos y 21 fracasos.

Está por ver si los Naranjas del mentor Ramón Moré reaccionan luego de su pálida actuación en el clásico regional, la Serie del Caribe, aunque a decir verdad, no solo fueron los del centro del país los únicos que tuvieron un comportamiento muy por debajo de su potencial en la recién finalizada justa en Isla Margarita, Venezuela.

No obstante,  este es un evento diferente y el hecho de compartir el segundo escalón convierte el enfrentamiento en crucial, pues el Tsunami de Alfonso Urquiola está convencido de que este año será diferente y aspiran a ocupar un lugar prominente pese a sus principales adversarios: matanceros, villaclareños y los Cazadores de Artemisa, sin desdorar a los Leones Industriales. 

Los Sabuesos de Holguín (30-24) irán a una aparente fácil subserie, pero, cuidado, Santiago de Cuba (25-29) ya saboreó el néctar del éxito, tras ocho derrotas consecutivas, y esto pudiera inspirar y convencer a los indómitos de que pueden imponerse, sobre todo porque cuentan con suficiente artillería, además de que hoy dependerán del pitcher más veloz del país, el refuerzo avileño Vladimir García.

La otra porfía de la jornada estará a cargo de una selección capitalina, Industriales (31-23), que no acaba de cuajar, y que tendrá por medio ahora a un equipo dotado de pitcheo y ofensiva, además de contar con buena defensa, como para batallar por uno de los cuatro puestos semifinalistas: Artemisa (30-24).

Se volverán a vivir momentos inolvidables y, sobre todo, para los técnicos, será ocasión propicia para fijar la vista en aquellos peloteros que mejor formas y resultados tengan para compromisos foráneos futuros, sin exceptuar a ninguno, pues con nombres no se gana, sino con buena preparación, conocimiento del terreno que se pisa y respeto al contrario.