Desde hace algunos años en las Grandes Ligas pareciera una obligación que cada Serie Mundial tenga a un cubano en disputa. De hecho, 2017 representó el tercer año corrido en el que al menos un cubano gana con su club el Trofeo del Comisionado. La pregunta es: ¿Quién lo logrará este año?

En 2015 le tocó Kendrys Morales con los Reales de Kansas City, Jorge Soler y Aroldis Chapman fueron parte del fin de la sequía de los Cachorros de Chicago al año siguiente. Durante la campaña anterior, Yulieski Gurriel le puso la guinda al pastel de su segunda zafra en las Mayores al celebrar con los Astros de Houston en el Clásico de Otoño.

2018 no parece vislumbrarse como el año de la excepción. Las más grandes figuras cubanas militan en clubes con grandes aspiraciones para la fiesta de octubre en la Gran Carpa.

Los mismos siderales, ahora con la adición de Gerrit Cole, son serios aspirantes a repetir el campeonato, algo que un equipo consiguió por última vez entre 1998 y 2000. Los Yankees de Nueva York de entonces vencieron a los Padres de San Diego (1998), los Bravos de Atlanta (1999) y los Mets de Nueva York (2000).

¿Competencia?

¿Quién se puede mostrar como contundente rival de los dirigidos por AJ Hinch para brillar en la instancia más decisiva del año?

Los Yankees parecen destinados y decididos a ir por todo. Así lo demostraron con su notablemente rápida reconstrucción y las incorporaciones, comandadas por la llegada del jonronero Giancarlo Stanton. Su bullpen tiene como pieza primaria a Chapman, quien comenzará una vez más como el cerrador.

Los neoyorquinos basarán sus esperanzas en la férrea alineación de la que dispondrá el nuevo mánager Aaron Boone, guiada por Stanton, Aaron Judge y Gary Sánchez. Tienen suficientes opciones, quizás con solo la necesidad de un abridor de cartel, para ganar su primer cetro desde 2009.

Otros que nunca se pueden descartar son los Dodgers de Los Ángeles, con posibilidades claras de volver a competir en 2018. Ellos vienen de ganar la Liga Nacional y de caer en la Serie Mundial ante Houston, pero mantendrán la base poderosa de Justin Turner, Kenley Jansen, Clayton Kershaw y el cubano Yasiel Puig.

Aunque sus movimientos y la manera de reaccionar en la temporada muerta han sido completamente criticados, tampoco los Indios de Cleveland pueden estar fuera del debate. Su buena alineación complementa su excelente cuerpo de lanzadores y su formidable staff de relevistas.

De ahí toma parte Yandy Díaz, sobre todo en caso de que pueda quedarse en el equipo grande y el mánager Terry Francona le encuentre un lugar en el roster de una eventual postemporada.

¿Finalmente para la Potencia?

¿Serán los Mets? Del otro lado de Nueva York, en Queens, no ganan desde 1986. Con nuevo dirigente, Mickey Callaway, su alineación y sus abridores saludables los metropolitanos pueden pensar en grande. El lineup será comandado una vez más por Yoenis Céspedes, a quien de seguro le quedó la espina de 2017, un año cargado de problemas físicos que lo limitaron a jugar menos de 100 desafíos.

Hay otro caso particular en las Grandes Ligas. Si los Medias Rojas de Boston finalmente engranan sus piezas y capitalizan de la mano de su nuevo piloto, Alex Cora, podrían estar de vuelta en lo más alto del béisbol de las Grandes Ligas. Ellos tienen en las menores al jardinero Rusney Castillo, de buena actuación en las sucursales de los patirrojos y en la pelota invernal puertorriqueña, pero sin ver acción en las Mayores desde 2016.

Los clubes más fuertes, salvo algunas excepciones, como los Cachorros de Chicago o los Nacionales de Washington, tienen al menos a un cubano en sus filas. ¿Seguirá la racha de antillanos alzando el Trofeo del Comisionado? Tomará poco más de siete meses para saberlo.