En un partido no apto para cardíacos, Puerto Rico derrotó a Japón tres carreras por una y clasificó en la madrugada de este lunes para la final del III Clásico Mundial de béisbol.

Puerto Rico hizo su primera carrera en el inicio del juego, con hit impulsor del torpedero Mike Avilés luego de encontrar dos corredores en base gracias a boletos consecutivos concedidos por el abridor Kenta Maeda.

Luego, el juego fue un duelo de pitcheo entre Maeda y Mario Santiago, el abridor boricua que se fue en el quinto inning lesionado, pero a la postre se llevó el triunfo.

No fue hasta el séptimo en que se amplió la ventaja de los borinquen, cuando el jardinero derecho Alex Ríos demostró su poder y puso la Rawlings fuera de los límites del terreno con Avilés en la inicial ante el relevista Atsushi Nohmi.

Japón, que solo había conectado tres imparables hasta el séptimo episodio, anotó su única carrera en el octavo. Takashi Toritani conectó triple al jardín central, y luego Seiichi Uchikawa lo trajo con cañonazo al derecho, pero no fue suficiente para el «Samurai Japan».

Así, Puerto Rico discutirá la final este martes ante el conjunto que resulte ganador del duelo Holanda-República Dominicana, pactado para las 9:00 de la noche en el mismo escenario, el AT&T Park de San Francisco, Estados Unidos.